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Conan el Cimmerio 2 (Robert E. Howard)

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Conan el Cimmerio 2 (Robert E. Howard)

Nuevas aventuras de un personaje inmortal, creado por un creador inmortal, en una edición que no está mal del todo, a pesar de todo.

Definitivamente, y a falta de una buena traducción del material original como bien nos explicaba el experto Javier Fernández en su edición de “La Reina de la Costa Negra y Otros Relatos de Conan”, la edición que Timun Mas publicó de las aventuras del cimmerio allá por el año 2005 (seis tomos en rústica y tres en estuche de lujo), sigue siendo la más canónica de la que podemos disfrutar los lectores de habla hispana. De esa forma, si en “Conan el Cimmerio 1” asistíamos a las primeras historias del inmortal personaje creado por Robert E. Howard (Texas, Estados Unidos, 1906-1936), en este segundo volumen continuamos un recorrido cronológico repleto de piratas y de aires que van desde el Oeste americano (aunque no se note mucho) hasta el África negra más profunda (con ese magnífico y tan políticamente incorrecto hoy día “El Valle de las Mujeres Perdidas”), pasando por los elementos de terror que tanto le fascinaban a partir del descubrimiento de la obra de H. P. Lovecraft (de quien era amigo y con quien se mantenía en contacto por correspondencia). Escenarios exóticos, demonios venidos del espacio exterior, islas deshabitadas donde la maldad duerme, criaturas aparentemente inmortales… y un bárbaro preocupado de satisfacer sus instintos y de vivir un día más.
 
Y si bien (necesario es insistir en ello) este volumen de relatos tampoco goza de una traducción como debería (aunque afortunadamente parece que en los siguientes tomos la tendencia fue debidamente corregida, siempre según Javier Fernández), sí es cierto que los relatos continúan disfrutándose por contener todas aquellas cosas que ya en su día fascinaron a los lectores de las revistas que los publicaban, desde mujeres ligeras de ropa hasta aventuras donde se mezclan la acción y el terror, y en los que su personaje principal se rige por un estricto código personal (en el que no caben arrepentimientos ni piedades innecesarias), todo ello narrado con una vibrante abundancia de los más excelsos adjetivos y adverbios. Desde luego, y a tenor de estos tiempos de corrección política que nos han tocado vivir, no deja de resultar extraño que hace ya más de ocho décadas nadie se preocupase de pulir otras cosas que no fuesen imágenes subidas de tono (como las que la legendaria portadista Margaret Brundage les dedicaba a las féminas de estos relatos en la revista “Weird Tales”, donde se publicaron las historias originales, o las que ha creado el no menos legendario Mark Schultz para la ocasión), y los comportamientos más bárbaros fuesen contemplados únicamente como sanas diversiones…
 
Y lo que sin duda sí es de mucho agradecer es el meticuloso ensayo final firmado por Patrice Louinet y titulado “La génesis de Hiboria: notas sobre la creación de los relatos de Conan”, donde se explica por qué los de este y el anterior volumen pueden agruparse en un conjunto, y qué fue lo que motivó y dejó de motivar al escritor tejano para crear al que sería sin duda su personaje más famoso e inolvidable.
 
-Otro momento: Conan convertido en pirata, en “Sombras de hierro a la luz de la luna”.
 
-Otro instante: la hermosa Livia de Chelkus cabalgando desnuda sobre un gran caballo negro para escapar del poblado de los bakalah.
 
-Otro sentimiento: la criatura de “Villanos en la casa”, de la que se nos cuenta que “ese cuerpo monstruoso albergaba un cerebro y un alma que evolucionaban atrozmente hacia algo vagamente humano”.
 
-Otra emoción: saber que aún quedan muchas páginas de Conan por ser disfrutadas.
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    Matilda (Roald Dahl)

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    Matilda (Roald Dahl)

    Una historia infantil y mágica, que no es solamente para niños ni trata precisamente de hechizos.

    Ahora que Spielberg ha vuelto a poner en la palestra al gran autor de novelas infantiles Roald Dahl (Cardiff, Inglaterra, 1916 - Oxford, Inglaterra, 1990), no está de más recuperar una de sus obras más clásicas a pesar de ser de las últimas que escribió (“Matilda” se publicó en 1988, y aquí llegó un año después de la mano de Alfaguara, existiendo también una edición de Círculo de Lectores de 1996, coincidiendo con la película), que como todas las que salían de su brillante pluma, es imposible de circunscribir tanto a un género concreto como a una concreta edad.
     
    Con una fama que se acrecentó de forma exponencial por la película que Danny DeVito filmó con tantísimo acierto en 1996 (y donde además de ponerse tras la cámara interpretó brillantemente al padre de la protagonista) y que la ha llevado incluso a convertirse en un musical en 2010, esta obra trata de una niña altamente inteligente que crece en una familia de palurdos a la que de repente se le despiertan unos poderes paranormales que la ayudan a conseguir lo mejor para su encantadora profesora, la señorita Honey, quien como el resto del colegio vive atemorizada bajo la férrea tutela de la señorita Trunchbull, la directora. Ahora bien, ¿son mágicos los poderes de Matilda, o tal vez fruto de su brillante inteligencia? Pues francamente, y a pesar de todas las explicaciones que DeVito quiso ofrecer a sus espectadores (el cual sin duda trató el texto con un mimo y un cuidado del todo encomiables, cosa que por desgracia y como es bien sabido ni de lejos es habitual en las adaptaciones cinematográficas), al lector tampoco le queda claro… pero tampoco le importa, lo mismo que tampoco le importa en absoluto la edad a la que está destinada la lectura del texto.
     
    Porque de la misma forma que otros textos de este autor (entre los que se incluyen maravillas como “James y el Melocotón Gigante”, “Charlie y la Fábrica de Chocolate” o “El Gran Gigante Bonachón”, sin contar que es el creador de los “gremlins” originales en los que se inspiró la posterior película), este es sin duda un libro que los niños disfrutarán muchísimo (los niños sensibles e inteligentes, se entiende, que era para quienes él escribía), pero que los adultos (de nuevo, los que sean también sensibles e inteligentes, por supuesto) también disfrutarán precisamente como niños, y sin preocuparse de si sus aventuras son “mágicas”, “reales”, “fantásticas”, o vayan vds. a saber cuántas etiquetas más… Porque lo que podría haber sido una historia blandengue y anodina repleta de azúcar y edulcorada como pastel de chocolate, se transforma en manos de Dahl en una despiadada crítica a muchísimas cosas (la televisión, la educación infantil, el autoritarismo, la cerrazón de quienes han cumplido años pero no han sabido evolucionar, la falta de madurez, la ausencia de maravilla…) sin perder por ello ni un ápice de dulzura ni de pimienta (la pobre señorita Honey y su lastimosa situación, que DeVito no tuvo otro remedio que suavizar en pantalla). Pero sea como fuere, lo que es seguro es que esta pequeña joya se hará inolvidable para todo aquel que la lea, tenga la edad que tenga y los gustos literarios que tenga.
     
    -Un momento: el descubrimiento de la biblioteca por parte de Matilda.
     
    -Un divertimento: lo muy identificados que nos sentimos con ella quienes descubrimos los libros cuando éramos niños.
     
    -Un personaje: la señorita Honey, profesora que todos habríamos querido tener.
     
    -Una emoción: volver a ser niño de nuevo, y además, con poderes.
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      El Iniciado (Louise Cooper)

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      El Iniciado (Louise Cooper)

      Primera parte de la trilogía "El Señor del Tiempo", tal vez la más famosa de las sagas de una autora que desgraciadamente ya no está entre nosotros.

      A lo largo de los años, varias han sido las voces que han calificado la obra de Louise Cooper (Gran Bretaña, 1952-2009, fallecida prematuramente a causa de un derrame cerebral) como del todo imprescindible dentro del panorama de la literatura fantástica (o como quieran llamarla), aunque teniendo en cuenta el tiempo que hace ya que nos dejó (y que aquí se dejó de editar, porque de los libros que escribió durante la última década de su vida nada se sabe por estos lares), resulta como siempre una pequeña odisea hacerse con alguno de sus volúmenes, que de todas maneras siguen circulando aún entre los aficionados más acérrimos (que además son muchos, por fortuna). Sin embargo, si lo que tenemos en cuenta es el hecho de que sí han llegado a traducirse al castellano varias sagas de las más conocidas suyas (como “Índigo”, “El Vuelo del Dragón”, o “La Puerta del Caos”), tampoco podemos quejarnos de que nos falten obras de referencia…
       
      Precisamente, y si tenemos que situar en algún punto el comienzo de toda esta historia, es nada menos que en 1977, cuando la autora británica escribió su novela “Lord of No Time”, que pasó sin demasiada gloria y que posteriormente convertiría en la trilogía “El Señor del Tiempo”, iniciada por esta “The Initiate” allá por 1986 y que aquí se publicó de la mano de Timun Mas en tapa dura, en 1988 (reeditándolo con distintas cubiertas y en tapa blanda primero en 1999 y en 2004 después), y luego en Círculo de Lectores (en 1991, justo antes de que empezasen a hacer sus memorables ediciones del género), habiendo formado también parte de la colección “Grandes Autores de la Literatura Fantástica” en 1996 (es el volumen 5) y de la de “Literatura Fantástica” de Planeta DeAgostini en 2006. Y desde entonces, y como bien se puede ver por las simpatías que sigue despertando su nombre entre el público, ni mucho menos ha quedado relegada al olvido.
       
      Claro que el punto de partida es netamente interesante, con las aventuras y desventuras (mágicas) de un protagonista joven que pasará de la más absoluta desesperación a la más notable de las esperanzas, todo ello mezclado con amor y ambición y amistad y retos, en un lugar con especiales características físicas y geográficas (que aún debemos conocer del todo) y donde la magia y la hechicería están a la orden del día. Y si bien hay muchas de las cosas que caracterizan el género (otra vez esa palabra…) y que no se pueden encontrar aquí por la simple razón de que no están (ni elfos ni enanos ni cosas semejantes), sí que el tono caballeresco y medievalizante de la obra le dan un gusto inequívocamente épico, que nos hace presagiar sorpresas todavía mayores en un mundo de intrigas políticas y palaciegas (o religiosas, tanto da), que sin duda aún tiene mucho que ofrecer.
       
      -El gran misterio: el Warp. ¿Qué es, de dónde procede, por qué existe, qué relación tiene con el protagonista, y qué importancia tiene en la historia?
       
      -El gran personaje (héroe): sin duda alguna, el propio Tarod, de quien todo es un absoluto misterio (incluso su propio nombre).
       
      -El gran personaje (villano): la felona y taimada Sashka, tan atrayente que ni siquiera es capaz de despertarnos antipatías.
       
      -El gran momento: el final. De acuerdo que estamos en el primer libro de una trilogía, pero pocas obras acaban con tanta rotundidad como la presente.
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        La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

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        La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

        La continuación de las aventuras del ya famoso brujo Geralt de Rivia, matador de criaturas mágicas.

        Una vez más, y dependiendo de a quién se le pregunte, he aquí el segundo de los volúmenes de la llamada Saga de Geralt de Rivia, que Bibliópolis primero y Alamut después han publicado precisamente con esa numeración (en el año 2003) y que contiene otros cuantos relatos hilvanados con habilidad por su autor, el polaco Andrzej Sapkowski (Lodz, 1948) en 1992 (como ya dijimos, el volumen “El Último Deseo” data de 1993, pero fue el mismo autor quien rehízo aquella recopilación original para que representase el principio cronológico de la historia). Pero sea como fuere una vez más, he aquí un libro que ningún lector, por exigente que sea, dejará de disfrutar en profundidad, y además en su totalidad, lo lea cuando lo lea.
         
        Y es que si bien estamos ante un libro de relatos aparentemente sueltos en los que el único rasgo en común es su personaje principal, lo cierto es que sus propias características hacen que bajo todas esas historias latan unas continuas líneas argumentales que nos llevan desde el que está al principio (“Las fronteras de lo posible”, maravillosa historia de dragones como pocas veces ha sido contada una narración acerca de semejantes criaturas) hasta el que su autor coloca al final (“Algo más”, que se debate admirablemente entre lo onírico y lo concreto, para finalizar en un lugar absolutamente inesperado y que tiene muchísimo que ver con cosas que ni su propio protagonista se imagina). Y si a todo eso le añadimos que este volumen se complementa a la perfección con el anterior, recogiendo ideas allí expuestas, y que es además junto con él un simple preludio a lo que es la saga principal del personaje en la que aún no nos hemos sumergido, desde luego hay que reconocer que estamos ante algo muy difícil de pasar por alto.
         
        Y es que, de nuevo, no podemos dejar de rendirnos ante la evidencia de que estamos ante un escritor pero que muy capaz, que emplea todos los trucos del oficio (en el buen sentido de la palabra) para enganchar al lector y llevarle exactamente hasta donde él desea, mostrándole un mundo muy lejano pero al mismo tiempo muy cercano, y donde sentimientos muy humanos (la codicia, el amor, los celos, la venganza o el afán de supervivencia) están pero que muy presentes y juegan un papel absolutamente decisivo, a pesar de que su protagonista no sea precisamente humano y tal vez por eso sea más humano aún de lo que él cree… Y si a eso le añadimos ese lenguaje vivo y fresco con el que tan bien juega su autor, las referencias a historias clásicas contadas de una forma mucho más real y cotidiana, los misterios que no quedan resueltos porque probablemente no los conoce ni siquiera quien los ha escrito, y los personajes con innegable (y diferente) carisma, el placer está más que asegurado.
         
        ¿Hace falta algo más? Pues teniendo en cuenta que hay dragones, sirenas, elfos, brujos, hechiceros, príncipes, reyes, y unas cuantas cosas más, yo diría que no.
         
        -Un plus más: no es necesario leerse nada más que este volumen para quedar satisfecho, aunque por supuesto la lectura invite a ser continuada.
         
        -Otro plus más: el volumen acaba de reeditarse este mismo 2017, porque ya se había agotado en sus sucesivas reediciones.
         
        -Un plus que ojalá: los dos relatos “El Camino Sin Retorno” y “Cuando Algo Termina, Algo Comienza”, que no están, y que no molestaría que estuviesen.
         
        -El plus definitivo: que definitivamente, es irresistible.
        • La Espada del Destino
        • Geralt de Rivia
        • Andrzej Sapkowski

          El Discípulo Oscuro

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          El Discípulo Oscuro

          La misión suicida de dos renegados

          La lectura hace varios años de los cómics agrupados en el ciclo de “Guerras Clon” (editado en nuestro país por Planeta) me entusiasmó por la madurez de las historias, la introducción de nuevos personajes y, principalmente, por el descubrimiento de un personaje enigmático ligeramente basado en la estética rastafari. Dicho personaje es el jedi Quinlan Vos, aunque en las primeras páginas se hace llamar a sí mismo Korto Vos, nombre con el que bautizará a su hijo. Despertó mi interés el hecho de que se tratara de un jedi renegado (al menos en esos cómics), que ha observado las miserias de la República y de los separatistas, que se muestra reacio a la lucha armada por parte de los jedis, que tiene cierto resentimiento hacia el Consejo Jedi que le ha expuesto en muchas ocasiones al lado oscuro de la Fuerza por interés propio o a la manipulación a la que han sido sometidos los separatistas por parte de Dooku y ese oscuro maestro que se esconde tras él. Todo ello, ha acabado por curtir la personalidad de este personaje que suele trabajar en las sombras, tal y como fue entrenado por su maestro Tholme. Podríamos considerar a Vos como un infiltrado, con una filia por las alcantarillas de la sociedad. Asimismo, el final en los cómics no podría ser mejor para Vos, ya que finalmente acaba renunciando a los jedi o a la lucha armada por algún propósito político.

          Cuando me enteré que Planeta iba a editar el libro titulado “El Discípulo Oscuro”, cuyo protagonista era Vos, me moría de ganas de adquirirlo y devorarlo cuando tuviera la mínima oportunidad. La novela fue escrita por Christie Golden, una autora que muy prolífica y con bastante experiencia en el fantástico, el horror y la ciencia ficción. Además, no es una neófita en el mundo de Star Wars. La verdad es que se nota su maestría en la escritura, ya que la lectura del libro, de aproximadamente 400 páginas, es bastante ligera e interesante. La misión suicida de Vos y Ventress contra el conde Dooku te mantiene en tensión hasta el catastrófico primer encuentro entre los tres. El primer tercio de novela es trepidante, el segundo más o menos mantiene el interés, aunque la lectura se resiente de forma considerable en el último tercio de la novela, justamente cuando entran en acción los personajes más conocidos del Universo Star Wars, tales como Kenobi, Anakin, Yoda o Mace Windu, entre otros. De hecho, una de las cosas que tengo que criticar de la novela es que les dé peso a los personajes conocidos, en lugar de emplearlos como simples anclajes para el Universo expandido. Otro aspecto que entorpece la fluidez del texto es que la historia comienza a volverse torticera y decrece el interés por el núcleo central de la historia, ya que creo que la novela ha sido alargada de forma innecesaria. De la misma forma, no estoy muy de acuerdo con la descripción inicial de los personajes. De hecho, Asajj Ventress tiene una personalidad ciertamente distinta a como la retratan en los cómics, no es de mi agrado la excesiva vulnerabilidad de la que la dotan. Del mismo modo, tampoco me gusta el tratamiento de Vos, puesto que lo tratan como un personaje demasiado inocente y fácilmente manipulable por ambos bandos, cosa que no se corresponde con los cómics. Por último, creo que el inicio de la relación amorosa entre ambos personajes parece algo forzada, aún así al final acaba enganchando y dejándote con ganas de más. Por último, he detectado ciertas incongruencias temporales respecto a los cómics, puesto que creo que la autora se ha fijado más en la reciente serie de animación que en los cómics.

          Por todo ello, nos encontramos ante una novela agradable que dejará un buen sabor de boca tanto en el recién llegado al Universo Star Wars como al fan incondicional. Vamos, que la adquieran y disfruten de su lectura.

          • star wars the clone wars

            J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

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            J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

            Una de las tantas (no autorizadas) biografías de la creadora de Harry Potter, que por milagro está traducida al castellano.

            Evidentemente, todas las personas que obtienen relevancia social son de inmediato carne de especulaciones, informaciones contradictorias (y muchas veces inverosímiles) y permanente acoso de su intimidad, y la británica Joanne Rowling, más conocida como J. K. Rowling (Yate, Reino Unido, 1965), creadora de una de las series de literatura fantástica más exitosas de todos los tiempos, no podía ser menos. Por eso el periodista Sean Smith se puso a escribir sobre ella allá por el 2001, y por eso el libro resultante se publicó aquí ya en 2004 de la mano de Edicomunicación, S. A., justo después de que a su protagonista le concediesen el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2003, tal y como dice el aviso de la portada.
             
            Y lo que el periodista hizo fue, precisamente, bucear en la vida de una persona a la que tanto la pompa y la circunstancia como los focos de la fama siempre le han resultado del todo incómodos, y que nunca ha sido aficionada a otra cosa que no sea una vida discreta e íntima. ¿Y cómo iba a ser de otra manera para una mujer que pasó de la más absoluta de las normalidades a convertirse en la persona más rica de su país, por encima incluso de la mismísima reina? Y es que aunque el presente llega únicamente hasta la publicación del cuarto libro de la saga de Harry Potter y el estreno de la primera de las películas, ni siquiera semejante situación podía hacer pensar que ese momento no era más que un nuevo paso en el ascenso a nadie sabe dónde… porque hoy en día, con los siete libros publicados, las ocho películas estrenadas, una obra de teatro posterior y una nueva serie de films planteados de los que únicamente se ha estrenado el primero (“Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, cuyo inteligente guión va firmado precisamente por Rowling), se puede decir con justicia que lo contado hasta ese momento de su vida es solamente el principio de la historia, y casi una anécdota.
             
            Sin embargo, eso no quiere decir que el libro no sea interesante, porque a las especulaciones más o menos creíbles de su autor acerca de quién o qué pudo servir o dejar de servir de inspiración para según qué personajes o localizaciones, se contraponen los datos que ha sacado de documentaciones y entrevistas, que desvelan de una manera bastante humana las dificultades por las que la autora tuvo que pasar para convertirse en una escritora, y cómo su primer libro se convirtió en un clásico desde el primer momento, también gracias al buen hacer tanto de su agente literario como de sus editores… Aunque sin duda alguna, nada explica (ni tampoco lo pretende) la magia que hay detrás de un trabajo duro, de una ávida y atenta lectora que adora a Jane Austen y que conoce bien la literatura inglesa, que es sin duda una trabajadora infatigable y metódica, y cuyas circunstancias vitales (la temprana muerte de su madre o el frustrado matrimonio con su primer marido, que a fin de cuentas le dio una maravillosa hija, según sus propias palabras) ha sabido convertir en estímulo antes que en obstáculo. Cierto es que se echa de menos un texto más riguroso y más centrado en la obra (y por supuesto, más completo), pero hasta que la propia Rowling decida que eso es lo que le apetece hacer y no otra cosa, no nos va a quedar más remedio que conformarnos…
             
            -No hay: chismes inútiles, carnaza andrajosa, ni sensacionalismos.
             
            -Sí hay: cariño y respeto por quien, aún en contra de su voluntad, está siendo escrutada.
             
            -No falta: cierto rigor y bastante información.
             
            -Sí falta: más datos y más detalles literarios, que a fin de cuentas es lo que más interesa.
            • J K Rowling
            • Harry Potter
            • Sean Smith

              Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

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              Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

              Un relato más o menos contemporáneo de magia más o menos tradicional que, al menos en esta parte, da menos de lo que ofrece.

              A primera vista, el currículum de Ben Aaronovitch (Londres, Reino Unido, 1964) se nos presenta como impecable, ya que además de librero y autor de varios volúmenes, es además guionista de series de televisión como la mítica “Doctor Who”. Y de su fértil imaginación y de su amor por esa ciudad en la que ha nacido y se ha criado, y que es un indiscutible territorio fértil para todo lo que tenga que ver con magia y misterios varios, nació en 2011 esta “Rivers of London” que Minotauro tuvo a bien publicar en estos lares al año siguiente (y que Oz Editorial ha recuperado el pasado 2017, tal vez con intención de publicar más volúmenes de la saga), con la vergonzosa frase de portada que reza nada menos que “lo que sucedería si Harry Potter ingresara en la policía metropolitana”.
               
              Aunque la premisa es sin duda atractiva, porque después de todo, ¿sabían ustedes que en Londres ha habido (y hay, aunque hoy en día no se vean) muchos más ríos que el célebre Támesis, cada uno de ellos con su propia historia y su particular recorrido? Pues lo que hace Aaronovitch es trazar además las personalidades de esos ríos y de los ¿dioses/as? que los encarnan, los cuales están inmersos en una especie de guerra territorial entre campo y mar (hay dos dioses del Támesis, y de ahí mucha parte del lío), y en la que tiene que intervenir el departamento especializado que la policía londinense tiene para estos menesteres, que como suele ser habitual, se reduce a un solo inspector… y a su aprendiz, que es el verdadero protagonista de esta historia, y que tiene que aprender a vérselas con un mundo que no comprende y que no es en absoluto como el de Harry Potter (como bien se encarga de decirle su maestro).
               
              Pero sin embargo, y a pesar de todos los atractivos que tiene y que a fin de cuentas consiguen que el libro sea más que legible y que se disfrute bastante (después de todo, el tema escogido no está nada mal), y de las referencias a historias tan concretas como Punch & Judy, o toda la narración detectivesca salpimentada con datos más o menos reales tanto de la policía y sus vivencias como de la misma sociedad de estos tiempos que corren (la raza de su protagonista y todo lo que ello conlleva), al final no podemos dejar de tener la sensación de que el autor no ha conseguido del todo su propósito. Porque todos esos temas que nos prometía solamente los ha tocado tangencialmente, y ese mundo paralelo que ha levantado no cuenta ni con sólidos cimientos (quizás haría falta otra novela que los explicase) ni con detalles que le den la necesaria riqueza como para lograr algo más que un rato de mero entretenimiento. Aunque la verdad sea dicha, el libro es solamente el primero de un total de siete publicados hasta el momento, así que si Oz Editorial decide continuar apostando por ellos, tal vez tengamos que matizar la opinión en un futuro que (ojalá) sea próximo…
               
              -El atractivo: su premisa, su redacción correcta, y el saber que hay bastantes más después de él.
               
              -El no-atractivo: que no da todo lo que promete, y uno se queda con la sensación de que podía haber sido muchísimo mejor.
               
              -El mayor atractivo: los ríos de Londres, desde la voluptuosa Beverly hasta la temperamental Ty.
               
              -El atractivo que le haría falta: tal vez una historia sobre Ettersburg, o sobre el inspector Nightingale. ¿Quién sabe?
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                Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

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                Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

                Primera parte de la saga "Malaz: El Libro de los Caídos", que tanto está dando que hablar últimamente, en más de un sentido.

                Cuando una saga de fantasía épica compuesta por varios tomos comienza su andadura en una editorial mítica (fue el sello Timunmas quien publicó el primero allá por 2004 en dos volúmenes, “El Último Puente” y “Los Jardines de la Luna”), pasa luego a una editorial más discreta pero especializada en la materia (La Factoría de Ideas, que lo publicó de nuevo en 2009 en un solo volumen), y de repente pasa a ser fagocitada por una de las grandes que se atreve a publicar antes que ningún otro el siguiente tomo en orden de lectura (y que resulta ser nada menos que el octavo), sabes que algo está sucediendo. Y eso es precisamente lo que le ha sucedido a Steven Erikson (Toronto, Canadá, 1959) y a su saga de Malaz en nuestro país, después de que, tristemente, la editorial “La Factoría de Ideas” haya cerrado sus puertas a finales de 2015.
                 
                Así las cosas, no dejó de ser una excelente noticia para los aficionados que un gigante como Ediciones B se decidiese poco después a publicar el tomo VIII (“Doblan por los Mastines”, en 2017), y que además se pusiese al trabajo de republicar todos los anteriores volúmenes empezando por el que nos ocupa y que es por supuesto el primero, “Los Jardines de la Luna”, allá por marzo de 2017. Y en este caso, incluso el mes de publicación es importante, ya que muy poco después la editorial fue comprada al Grupo Zeta por Penguin Random House, quien de todos modos parece pero que muy interesado en continuar con las andanzas malazanas: a día de hoy, han aparecido ya tanto el segundo como el tercer tomo en la misma cuidada edición de tapa dura con sobrecubierta y portadas del siempre impactante Alejandro Colucci, y dado que ese primer volumen ha alcanzado ya la segunda edición, parece que en este caso podremos disfrutar completamente de los diez tomos que la conforman, más allá de esos vaivenes editoriales que tantos quebraderos nos han dado más de una (y más de dos) veces a quienes gustamos de leer este tipo de obras…
                 
                Por lo tanto, concentrémonos con libertad en la lectura, y disfrutemos atentamente de una obra que, como bien nos avisa su autor mismo en el prólogo que escribió para ella en 2007, es pero que muy ambiciosa. Porque estamos hablando de un mundo creado junto a su colega Ian Cameron Esslemont en los principios de la década de los 90’ y que primero fue escenario de juego de rol, luego guión cinematográfico, y finalmente novela que dio muchos tumbos hasta ser publicada allá por 1999, en una época en la que (aunque hoy día pueda parecer increíble), todo lo que oliese a género épico o fantástico estaba muerto y enterrado, y además olía a rancio y a podredumbre. Pero Erikson no se rindió ni siquiera en las condiciones más adversas, y la prueba de que tenía razón son sus incontestables ventas y la legión de fans que no para de crecer… y también de detractores, porque como él mismo reconoce, sus libros mueven al amor o al odio. Aunque la verdad es que no conviene exagerar ni ser tremendista, y sí vale la pena decir que tras la lectura del primer volumen, nos quedamos con ganas de más… y eso, en sí, ya es un gran mérito, sobre todo después de una lectura tan densa.
                 
                -Un sí: densa pero bien llevada, atrapa e invita a más.
                 
                -Un pero: tan densa que a veces es enrevesada hasta el infinito.
                 
                -Un mérito: que esa misma densidad no importe a la hora de disfrutarla.
                 
                -Un definitivo: quedan por delante nada menos que nueve tomos, y hay personajes a los que se coge cariño de inmediato, por muy siniestros que sean…
                • Los Jardines de la Luna
                • Malaz
                • Steven Erikson

                  La Morada (R. A. Salvatore)

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                  La Morada (R. A. Salvatore)

                  Primera parte de la trilogía "El Elfo Oscuro", donde asistimos al nacimiento del más que carismático Drizzt Do'Urden.

                  He aquí otro de esos nombres con los que todo aficionado a la literatura fantástica se ha tropezado alguna vez como es el de Robert Anthony Salvatore (Estados Unidos, 1959), indiscutiblemente ligado al universo de los Reinos Olvidados (es decir, uno de los más famosos escenarios de campaña del juego de rol Dungeons & Dragons). Y si bien son muchos los lectores que huyen como la peste de cualquier producto literario que tenga sus raíces en este tipo de cosas (presumiblemente por la sobresaturación que se dio en la última década del siglo XX y que a pesar de acercar el género a muchos lectores también fue responsable de su vulgarización, a veces hasta extremos pero que muy olvidables), sí es necesario a veces dejar atrás los prejuicios y examinar con curiosidad lo que unos cuantos autores encargados de vehicular criaturas ajenas sean capaces de ofrecernos de maneras más o menos interesantes (sin ir más lejos, y como ya hemos dicho aquí más de una vez, la obra de autores como Richard Knaak no es ni mucho menos para ser tomada a la ligera por mucho que haya escrito volúmenes de este tipo).
                   
                  En el caso que nos ocupa, es necesario hablar primero de un creador de juegos como el canadiense Ed Greenwood, quien a partir de 1985 desarrolla unos mundos entre los que pronto se encontrará el elfo oscuro Drizzt Do’Urden, al que dará vida otro de aquellos lectores fascinados por “El Señor de los Anillos” de J. R. R. Tolkien como es el propio Salvatore a partir de 1988 en la trilogía “El Valle del Viento Helado” (compuesta por “La Piedra de Cristal”, “Ríos de Plata” y “La Gema del Halfling”, que son además los primeros libros de toda su extensa producción), y que en 1990 retomará inmediatamente después en otra trilogía llamada “El Elfo Oscuro”, en cuyo primero volumen (este “Homeland” del que ahora estamos hablando y que aquí publicó Timun Mas en 1993, de nuevo en el 2000 en tapa dura en su colección “Literatura Fantástica”, en 2007 por Ediciones Altaya, y en su edición incontestablemente más bonita por Círculo de Lectores en 2003) asistiremos precisamente a su nacimiento, ya que la historia es cronológicamente la primera de todas.
                   
                  ¿Y qué es a fin de cuentas lo que en ella nos encontramos, hablando a un nivel estrictamente literario y obviando todo lo dicho anteriormente? Pues una historia espesa y oscura pero narrada con una sorprendente fluidez, donde su autor demuestra que sin duda sabe lo que hace, dosificando la información para ir ofreciéndola poco a poco y complementando la que sin duda aparece en la trilogía anterior pero desvelándola desde los “inocentes” ojos de un personaje al que le toca nacer y crecer en un entorno decididamente hostil. Y si bien es cierto que la ligereza de la obra es a veces muy patente (es decir, como si se narrasen partes de la trama que resultan prescindibles y accesorias), no por ello deja de tener un punto atractivo que nos impulsa a leer los dos volúmenes que faltan, aunque sea solamente por comprobar de primera mano qué más nos quiere contar su autor de un personaje tan peculiar.
                   
                  -La premisa más alentadora: la sociedad de Menzoberranzan y todas sus complejidades.
                   
                  -El rasgo más destacado: las capacidades únicas del protagonista, en todos los sentidos.
                   
                  -El aspecto más intrigante: el contraste de la Antípoda Oscura con la superficie del mundo.
                   
                  -El personaje más interesante: sin duda, la pantera Guenhwyvar.
                  • La Morada
                  • R A Salvatore
                  • El Elfo Oscuro

                    Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (J. K. Rowling)

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                    Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (J. K. Rowling)

                    Séptimo y último libro de la saga original, que aunque parezca mentira, se guarda un buen (y hermoso) montón de ases en la manga.

                    A estas alturas de la película (literaria), cualquier adjetivo se quedaba corto: diez años después de aquella primera entrega de las aventuras del niño mago, en el año 2007 aparecía este “Harry Potter and the Deadly Hallows” (aquí llegaría al año siguiente de la mano de Salamandra), por supuesto de la mano de su autora de siempre… Y si bien la anterior entrega había batido todos los récords, esta los superaría todavía más, precedido por la espesísima polvareda que para entonces ya era imparable y que las películas habían ayudado a cimentar, de tal forma que incluso había llegado a publicarse un volumen titulado “¿Qué Pasará en Harry Potter 7?”, volumen no oficial redactado por fans de la página web mugglenet.com y donde se analizaban todo tipo de teorías y contrateorías de lo que podía pasar o dejar de pasar en el tan esperado final (de la edición española se encargó Roca Editorial, en el año 2007).
                     
                    Y sin embargo, una vez más, Rowling lo hizo. Porque aunque a toro pasado es más que gracioso echarle un vistazo a las (jugosas, ya que recogen datos y entrevistas muy interesantes) especulaciones de los fans, capaces de adivinar la identidad del misterioso R. A. B. que cerraba la anterior novela o de equivocarse clamorosamente con el destino de algunos personajes, nadie habría podido esperarse uno de los secretos mejor guardados por su autora como son esas “reliquias de la muerte” de las que nos habla el título, responsables tanto de esta trama particular como de muchas de las subtramas que ya se nos habían ido contando antes (referentes sobre todo a Dumbledore), por no hablar del subsecuente merchandising que inundó la realidad incluso en forma de tatuaje… Así que además de responder admirablemente a todas las lógicas cuestiones que todo lector se planteaba (quién moría, quién vivía, quién ganaba, quién perdía, y de qué forma sucedía todo eso), y de recoger todos los hilos a veces inevitablemente de una forma un tanto acelerada (después de todo había muchísimas tramas que cerrar, y algunas no eran fáciles en absoluto), Rowling se permite aquí el lujo de ofrecer unas sorpresas pero que muy suculentas, y que consiguen salpimentar lo que de otra manera sería únicamente una sucesión de tópicos y de soluciones fáciles y facilonas. Y eso, en una saga con el éxito de la presente y con toda la presión que ella debía de sentir en su momento, es algo que se agradece muy mucho.
                     
                    Consecuentemente, y teniendo en cuenta que justo cuando este libro se publicó acababa de estrenarse la película basada en el quinto, la historia de las reliquias de la muerte también tuvo su adaptación cinematográfica, que en este caso se dividió en dos partes debido a su longitud (y aunque pudiera pensarse en una hábil y no descartable jugada comercial, es pero que muy cierto que tal cantidad de acontecimientos demandaban una solución semejante), y que contenía aciertos pero que muy notables, como las escenas de animación que explicaban la historia de las sosodichas reliquias. Y por supuesto, y afortunadamente, este no fue el final de todo el asunto… pero esa es una historia diferente, desde luego.
                     
                    -La sorpresa: que a estas alturas y sabiendo lo que sabemos, siga enganchando.
                     
                    -La no-sorpresa: que a estas alturas y sabiendo lo que sabemos, siga enganchando.
                     
                    -La pega del libro: la poca chicha de la historia con la diadema de Rowena Ravenclaw.
                     
                    -La pega de la película: que Harry no arregle su propia varita con la otra, tal y como hace en el libro.
                    • Harry Potter and the Deathly Hallows
                    • Harry Potter
                    • Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
                    • JK Rowling

                      Conan el Cimmerio 2 (Robert E. Howard)

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                      Conan el Cimmerio 2 (Robert E. Howard)

                      Nuevas aventuras de un personaje inmortal, creado por un creador inmortal, en una edición que no está mal del todo, a pesar de todo.

                      Definitivamente, y a falta de una buena traducción del material original como bien nos explicaba el experto Javier Fernández en su edición de “La Reina de la Costa Negra y Otros Relatos de Conan”, la edición que Timun Mas publicó de las aventuras del cimmerio allá por el año 2005 (seis tomos en rústica y tres en estuche de lujo), sigue siendo la más canónica de la que podemos disfrutar los lectores de habla hispana. De esa forma, si en “Conan el Cimmerio 1” asistíamos a las primeras historias del inmortal personaje creado por Robert E. Howard (Texas, Estados Unidos, 1906-1936), en este segundo volumen continuamos un recorrido cronológico repleto de piratas y de aires que van desde el Oeste americano (aunque no se note mucho) hasta el África negra más profunda (con ese magnífico y tan políticamente incorrecto hoy día “El Valle de las Mujeres Perdidas”), pasando por los elementos de terror que tanto le fascinaban a partir del descubrimiento de la obra de H. P. Lovecraft (de quien era amigo y con quien se mantenía en contacto por correspondencia). Escenarios exóticos, demonios venidos del espacio exterior, islas deshabitadas donde la maldad duerme, criaturas aparentemente inmortales… y un bárbaro preocupado de satisfacer sus instintos y de vivir un día más.
                       
                      Y si bien (necesario es insistir en ello) este volumen de relatos tampoco goza de una traducción como debería (aunque afortunadamente parece que en los siguientes tomos la tendencia fue debidamente corregida, siempre según Javier Fernández), sí es cierto que los relatos continúan disfrutándose por contener todas aquellas cosas que ya en su día fascinaron a los lectores de las revistas que los publicaban, desde mujeres ligeras de ropa hasta aventuras donde se mezclan la acción y el terror, y en los que su personaje principal se rige por un estricto código personal (en el que no caben arrepentimientos ni piedades innecesarias), todo ello narrado con una vibrante abundancia de los más excelsos adjetivos y adverbios. Desde luego, y a tenor de estos tiempos de corrección política que nos han tocado vivir, no deja de resultar extraño que hace ya más de ocho décadas nadie se preocupase de pulir otras cosas que no fuesen imágenes subidas de tono (como las que la legendaria portadista Margaret Brundage les dedicaba a las féminas de estos relatos en la revista “Weird Tales”, donde se publicaron las historias originales, o las que ha creado el no menos legendario Mark Schultz para la ocasión), y los comportamientos más bárbaros fuesen contemplados únicamente como sanas diversiones…
                       
                      Y lo que sin duda sí es de mucho agradecer es el meticuloso ensayo final firmado por Patrice Louinet y titulado “La génesis de Hiboria: notas sobre la creación de los relatos de Conan”, donde se explica por qué los de este y el anterior volumen pueden agruparse en un conjunto, y qué fue lo que motivó y dejó de motivar al escritor tejano para crear al que sería sin duda su personaje más famoso e inolvidable.
                       
                      -Otro momento: Conan convertido en pirata, en “Sombras de hierro a la luz de la luna”.
                       
                      -Otro instante: la hermosa Livia de Chelkus cabalgando desnuda sobre un gran caballo negro para escapar del poblado de los bakalah.
                       
                      -Otro sentimiento: la criatura de “Villanos en la casa”, de la que se nos cuenta que “ese cuerpo monstruoso albergaba un cerebro y un alma que evolucionaban atrozmente hacia algo vagamente humano”.
                       
                      -Otra emoción: saber que aún quedan muchas páginas de Conan por ser disfrutadas.
                      • Conan
                      • Conan
                      • Robert E Howard

                        Matilda (Roald Dahl)

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                        Matilda (Roald Dahl)

                        Una historia infantil y mágica, que no es solamente para niños ni trata precisamente de hechizos.

                        Ahora que Spielberg ha vuelto a poner en la palestra al gran autor de novelas infantiles Roald Dahl (Cardiff, Inglaterra, 1916 - Oxford, Inglaterra, 1990), no está de más recuperar una de sus obras más clásicas a pesar de ser de las últimas que escribió (“Matilda” se publicó en 1988, y aquí llegó un año después de la mano de Alfaguara, existiendo también una edición de Círculo de Lectores de 1996, coincidiendo con la película), que como todas las que salían de su brillante pluma, es imposible de circunscribir tanto a un género concreto como a una concreta edad.
                         
                        Con una fama que se acrecentó de forma exponencial por la película que Danny DeVito filmó con tantísimo acierto en 1996 (y donde además de ponerse tras la cámara interpretó brillantemente al padre de la protagonista) y que la ha llevado incluso a convertirse en un musical en 2010, esta obra trata de una niña altamente inteligente que crece en una familia de palurdos a la que de repente se le despiertan unos poderes paranormales que la ayudan a conseguir lo mejor para su encantadora profesora, la señorita Honey, quien como el resto del colegio vive atemorizada bajo la férrea tutela de la señorita Trunchbull, la directora. Ahora bien, ¿son mágicos los poderes de Matilda, o tal vez fruto de su brillante inteligencia? Pues francamente, y a pesar de todas las explicaciones que DeVito quiso ofrecer a sus espectadores (el cual sin duda trató el texto con un mimo y un cuidado del todo encomiables, cosa que por desgracia y como es bien sabido ni de lejos es habitual en las adaptaciones cinematográficas), al lector tampoco le queda claro… pero tampoco le importa, lo mismo que tampoco le importa en absoluto la edad a la que está destinada la lectura del texto.
                         
                        Porque de la misma forma que otros textos de este autor (entre los que se incluyen maravillas como “James y el Melocotón Gigante”, “Charlie y la Fábrica de Chocolate” o “El Gran Gigante Bonachón”, sin contar que es el creador de los “gremlins” originales en los que se inspiró la posterior película), este es sin duda un libro que los niños disfrutarán muchísimo (los niños sensibles e inteligentes, se entiende, que era para quienes él escribía), pero que los adultos (de nuevo, los que sean también sensibles e inteligentes, por supuesto) también disfrutarán precisamente como niños, y sin preocuparse de si sus aventuras son “mágicas”, “reales”, “fantásticas”, o vayan vds. a saber cuántas etiquetas más… Porque lo que podría haber sido una historia blandengue y anodina repleta de azúcar y edulcorada como pastel de chocolate, se transforma en manos de Dahl en una despiadada crítica a muchísimas cosas (la televisión, la educación infantil, el autoritarismo, la cerrazón de quienes han cumplido años pero no han sabido evolucionar, la falta de madurez, la ausencia de maravilla…) sin perder por ello ni un ápice de dulzura ni de pimienta (la pobre señorita Honey y su lastimosa situación, que DeVito no tuvo otro remedio que suavizar en pantalla). Pero sea como fuere, lo que es seguro es que esta pequeña joya se hará inolvidable para todo aquel que la lea, tenga la edad que tenga y los gustos literarios que tenga.
                         
                        -Un momento: el descubrimiento de la biblioteca por parte de Matilda.
                         
                        -Un divertimento: lo muy identificados que nos sentimos con ella quienes descubrimos los libros cuando éramos niños.
                         
                        -Un personaje: la señorita Honey, profesora que todos habríamos querido tener.
                         
                        -Una emoción: volver a ser niño de nuevo, y además, con poderes.
                        • Matilda
                        • Roald Dahl

                          El Iniciado (Louise Cooper)

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                          El Iniciado (Louise Cooper)

                          Primera parte de la trilogía "El Señor del Tiempo", tal vez la más famosa de las sagas de una autora que desgraciadamente ya no está entre nosotros.

                          A lo largo de los años, varias han sido las voces que han calificado la obra de Louise Cooper (Gran Bretaña, 1952-2009, fallecida prematuramente a causa de un derrame cerebral) como del todo imprescindible dentro del panorama de la literatura fantástica (o como quieran llamarla), aunque teniendo en cuenta el tiempo que hace ya que nos dejó (y que aquí se dejó de editar, porque de los libros que escribió durante la última década de su vida nada se sabe por estos lares), resulta como siempre una pequeña odisea hacerse con alguno de sus volúmenes, que de todas maneras siguen circulando aún entre los aficionados más acérrimos (que además son muchos, por fortuna). Sin embargo, si lo que tenemos en cuenta es el hecho de que sí han llegado a traducirse al castellano varias sagas de las más conocidas suyas (como “Índigo”, “El Vuelo del Dragón”, o “La Puerta del Caos”), tampoco podemos quejarnos de que nos falten obras de referencia…
                           
                          Precisamente, y si tenemos que situar en algún punto el comienzo de toda esta historia, es nada menos que en 1977, cuando la autora británica escribió su novela “Lord of No Time”, que pasó sin demasiada gloria y que posteriormente convertiría en la trilogía “El Señor del Tiempo”, iniciada por esta “The Initiate” allá por 1986 y que aquí se publicó de la mano de Timun Mas en tapa dura, en 1988 (reeditándolo con distintas cubiertas y en tapa blanda primero en 1999 y en 2004 después), y luego en Círculo de Lectores (en 1991, justo antes de que empezasen a hacer sus memorables ediciones del género), habiendo formado también parte de la colección “Grandes Autores de la Literatura Fantástica” en 1996 (es el volumen 5) y de la de “Literatura Fantástica” de Planeta DeAgostini en 2006. Y desde entonces, y como bien se puede ver por las simpatías que sigue despertando su nombre entre el público, ni mucho menos ha quedado relegada al olvido.
                           
                          Claro que el punto de partida es netamente interesante, con las aventuras y desventuras (mágicas) de un protagonista joven que pasará de la más absoluta desesperación a la más notable de las esperanzas, todo ello mezclado con amor y ambición y amistad y retos, en un lugar con especiales características físicas y geográficas (que aún debemos conocer del todo) y donde la magia y la hechicería están a la orden del día. Y si bien hay muchas de las cosas que caracterizan el género (otra vez esa palabra…) y que no se pueden encontrar aquí por la simple razón de que no están (ni elfos ni enanos ni cosas semejantes), sí que el tono caballeresco y medievalizante de la obra le dan un gusto inequívocamente épico, que nos hace presagiar sorpresas todavía mayores en un mundo de intrigas políticas y palaciegas (o religiosas, tanto da), que sin duda aún tiene mucho que ofrecer.
                           
                          -El gran misterio: el Warp. ¿Qué es, de dónde procede, por qué existe, qué relación tiene con el protagonista, y qué importancia tiene en la historia?
                           
                          -El gran personaje (héroe): sin duda alguna, el propio Tarod, de quien todo es un absoluto misterio (incluso su propio nombre).
                           
                          -El gran personaje (villano): la felona y taimada Sashka, tan atrayente que ni siquiera es capaz de despertarnos antipatías.
                           
                          -El gran momento: el final. De acuerdo que estamos en el primer libro de una trilogía, pero pocas obras acaban con tanta rotundidad como la presente.
                          • El Señor del Tiempo
                          • El Iniciado
                          • Louise Cooper

                            La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

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                            La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

                            La continuación de las aventuras del ya famoso brujo Geralt de Rivia, matador de criaturas mágicas.

                            Una vez más, y dependiendo de a quién se le pregunte, he aquí el segundo de los volúmenes de la llamada Saga de Geralt de Rivia, que Bibliópolis primero y Alamut después han publicado precisamente con esa numeración (en el año 2003) y que contiene otros cuantos relatos hilvanados con habilidad por su autor, el polaco Andrzej Sapkowski (Lodz, 1948) en 1992 (como ya dijimos, el volumen “El Último Deseo” data de 1993, pero fue el mismo autor quien rehízo aquella recopilación original para que representase el principio cronológico de la historia). Pero sea como fuere una vez más, he aquí un libro que ningún lector, por exigente que sea, dejará de disfrutar en profundidad, y además en su totalidad, lo lea cuando lo lea.
                             
                            Y es que si bien estamos ante un libro de relatos aparentemente sueltos en los que el único rasgo en común es su personaje principal, lo cierto es que sus propias características hacen que bajo todas esas historias latan unas continuas líneas argumentales que nos llevan desde el que está al principio (“Las fronteras de lo posible”, maravillosa historia de dragones como pocas veces ha sido contada una narración acerca de semejantes criaturas) hasta el que su autor coloca al final (“Algo más”, que se debate admirablemente entre lo onírico y lo concreto, para finalizar en un lugar absolutamente inesperado y que tiene muchísimo que ver con cosas que ni su propio protagonista se imagina). Y si a todo eso le añadimos que este volumen se complementa a la perfección con el anterior, recogiendo ideas allí expuestas, y que es además junto con él un simple preludio a lo que es la saga principal del personaje en la que aún no nos hemos sumergido, desde luego hay que reconocer que estamos ante algo muy difícil de pasar por alto.
                             
                            Y es que, de nuevo, no podemos dejar de rendirnos ante la evidencia de que estamos ante un escritor pero que muy capaz, que emplea todos los trucos del oficio (en el buen sentido de la palabra) para enganchar al lector y llevarle exactamente hasta donde él desea, mostrándole un mundo muy lejano pero al mismo tiempo muy cercano, y donde sentimientos muy humanos (la codicia, el amor, los celos, la venganza o el afán de supervivencia) están pero que muy presentes y juegan un papel absolutamente decisivo, a pesar de que su protagonista no sea precisamente humano y tal vez por eso sea más humano aún de lo que él cree… Y si a eso le añadimos ese lenguaje vivo y fresco con el que tan bien juega su autor, las referencias a historias clásicas contadas de una forma mucho más real y cotidiana, los misterios que no quedan resueltos porque probablemente no los conoce ni siquiera quien los ha escrito, y los personajes con innegable (y diferente) carisma, el placer está más que asegurado.
                             
                            ¿Hace falta algo más? Pues teniendo en cuenta que hay dragones, sirenas, elfos, brujos, hechiceros, príncipes, reyes, y unas cuantas cosas más, yo diría que no.
                             
                            -Un plus más: no es necesario leerse nada más que este volumen para quedar satisfecho, aunque por supuesto la lectura invite a ser continuada.
                             
                            -Otro plus más: el volumen acaba de reeditarse este mismo 2017, porque ya se había agotado en sus sucesivas reediciones.
                             
                            -Un plus que ojalá: los dos relatos “El Camino Sin Retorno” y “Cuando Algo Termina, Algo Comienza”, que no están, y que no molestaría que estuviesen.
                             
                            -El plus definitivo: que definitivamente, es irresistible.
                            • La Espada del Destino
                            • Geralt de Rivia
                            • Andrzej Sapkowski

                              El Discípulo Oscuro

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                              El Discípulo Oscuro

                              La misión suicida de dos renegados

                              La lectura hace varios años de los cómics agrupados en el ciclo de “Guerras Clon” (editado en nuestro país por Planeta) me entusiasmó por la madurez de las historias, la introducción de nuevos personajes y, principalmente, por el descubrimiento de un personaje enigmático ligeramente basado en la estética rastafari. Dicho personaje es el jedi Quinlan Vos, aunque en las primeras páginas se hace llamar a sí mismo Korto Vos, nombre con el que bautizará a su hijo. Despertó mi interés el hecho de que se tratara de un jedi renegado (al menos en esos cómics), que ha observado las miserias de la República y de los separatistas, que se muestra reacio a la lucha armada por parte de los jedis, que tiene cierto resentimiento hacia el Consejo Jedi que le ha expuesto en muchas ocasiones al lado oscuro de la Fuerza por interés propio o a la manipulación a la que han sido sometidos los separatistas por parte de Dooku y ese oscuro maestro que se esconde tras él. Todo ello, ha acabado por curtir la personalidad de este personaje que suele trabajar en las sombras, tal y como fue entrenado por su maestro Tholme. Podríamos considerar a Vos como un infiltrado, con una filia por las alcantarillas de la sociedad. Asimismo, el final en los cómics no podría ser mejor para Vos, ya que finalmente acaba renunciando a los jedi o a la lucha armada por algún propósito político.

                              Cuando me enteré que Planeta iba a editar el libro titulado “El Discípulo Oscuro”, cuyo protagonista era Vos, me moría de ganas de adquirirlo y devorarlo cuando tuviera la mínima oportunidad. La novela fue escrita por Christie Golden, una autora que muy prolífica y con bastante experiencia en el fantástico, el horror y la ciencia ficción. Además, no es una neófita en el mundo de Star Wars. La verdad es que se nota su maestría en la escritura, ya que la lectura del libro, de aproximadamente 400 páginas, es bastante ligera e interesante. La misión suicida de Vos y Ventress contra el conde Dooku te mantiene en tensión hasta el catastrófico primer encuentro entre los tres. El primer tercio de novela es trepidante, el segundo más o menos mantiene el interés, aunque la lectura se resiente de forma considerable en el último tercio de la novela, justamente cuando entran en acción los personajes más conocidos del Universo Star Wars, tales como Kenobi, Anakin, Yoda o Mace Windu, entre otros. De hecho, una de las cosas que tengo que criticar de la novela es que les dé peso a los personajes conocidos, en lugar de emplearlos como simples anclajes para el Universo expandido. Otro aspecto que entorpece la fluidez del texto es que la historia comienza a volverse torticera y decrece el interés por el núcleo central de la historia, ya que creo que la novela ha sido alargada de forma innecesaria. De la misma forma, no estoy muy de acuerdo con la descripción inicial de los personajes. De hecho, Asajj Ventress tiene una personalidad ciertamente distinta a como la retratan en los cómics, no es de mi agrado la excesiva vulnerabilidad de la que la dotan. Del mismo modo, tampoco me gusta el tratamiento de Vos, puesto que lo tratan como un personaje demasiado inocente y fácilmente manipulable por ambos bandos, cosa que no se corresponde con los cómics. Por último, creo que el inicio de la relación amorosa entre ambos personajes parece algo forzada, aún así al final acaba enganchando y dejándote con ganas de más. Por último, he detectado ciertas incongruencias temporales respecto a los cómics, puesto que creo que la autora se ha fijado más en la reciente serie de animación que en los cómics.

                              Por todo ello, nos encontramos ante una novela agradable que dejará un buen sabor de boca tanto en el recién llegado al Universo Star Wars como al fan incondicional. Vamos, que la adquieran y disfruten de su lectura.

                              • star wars the clone wars

                                J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

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                                J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

                                Una de las tantas (no autorizadas) biografías de la creadora de Harry Potter, que por milagro está traducida al castellano.

                                Evidentemente, todas las personas que obtienen relevancia social son de inmediato carne de especulaciones, informaciones contradictorias (y muchas veces inverosímiles) y permanente acoso de su intimidad, y la británica Joanne Rowling, más conocida como J. K. Rowling (Yate, Reino Unido, 1965), creadora de una de las series de literatura fantástica más exitosas de todos los tiempos, no podía ser menos. Por eso el periodista Sean Smith se puso a escribir sobre ella allá por el 2001, y por eso el libro resultante se publicó aquí ya en 2004 de la mano de Edicomunicación, S. A., justo después de que a su protagonista le concediesen el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2003, tal y como dice el aviso de la portada.
                                 
                                Y lo que el periodista hizo fue, precisamente, bucear en la vida de una persona a la que tanto la pompa y la circunstancia como los focos de la fama siempre le han resultado del todo incómodos, y que nunca ha sido aficionada a otra cosa que no sea una vida discreta e íntima. ¿Y cómo iba a ser de otra manera para una mujer que pasó de la más absoluta de las normalidades a convertirse en la persona más rica de su país, por encima incluso de la mismísima reina? Y es que aunque el presente llega únicamente hasta la publicación del cuarto libro de la saga de Harry Potter y el estreno de la primera de las películas, ni siquiera semejante situación podía hacer pensar que ese momento no era más que un nuevo paso en el ascenso a nadie sabe dónde… porque hoy en día, con los siete libros publicados, las ocho películas estrenadas, una obra de teatro posterior y una nueva serie de films planteados de los que únicamente se ha estrenado el primero (“Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, cuyo inteligente guión va firmado precisamente por Rowling), se puede decir con justicia que lo contado hasta ese momento de su vida es solamente el principio de la historia, y casi una anécdota.
                                 
                                Sin embargo, eso no quiere decir que el libro no sea interesante, porque a las especulaciones más o menos creíbles de su autor acerca de quién o qué pudo servir o dejar de servir de inspiración para según qué personajes o localizaciones, se contraponen los datos que ha sacado de documentaciones y entrevistas, que desvelan de una manera bastante humana las dificultades por las que la autora tuvo que pasar para convertirse en una escritora, y cómo su primer libro se convirtió en un clásico desde el primer momento, también gracias al buen hacer tanto de su agente literario como de sus editores… Aunque sin duda alguna, nada explica (ni tampoco lo pretende) la magia que hay detrás de un trabajo duro, de una ávida y atenta lectora que adora a Jane Austen y que conoce bien la literatura inglesa, que es sin duda una trabajadora infatigable y metódica, y cuyas circunstancias vitales (la temprana muerte de su madre o el frustrado matrimonio con su primer marido, que a fin de cuentas le dio una maravillosa hija, según sus propias palabras) ha sabido convertir en estímulo antes que en obstáculo. Cierto es que se echa de menos un texto más riguroso y más centrado en la obra (y por supuesto, más completo), pero hasta que la propia Rowling decida que eso es lo que le apetece hacer y no otra cosa, no nos va a quedar más remedio que conformarnos…
                                 
                                -No hay: chismes inútiles, carnaza andrajosa, ni sensacionalismos.
                                 
                                -Sí hay: cariño y respeto por quien, aún en contra de su voluntad, está siendo escrutada.
                                 
                                -No falta: cierto rigor y bastante información.
                                 
                                -Sí falta: más datos y más detalles literarios, que a fin de cuentas es lo que más interesa.
                                • J K Rowling
                                • Harry Potter
                                • Sean Smith

                                  Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

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                                  Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

                                  Un relato más o menos contemporáneo de magia más o menos tradicional que, al menos en esta parte, da menos de lo que ofrece.

                                  A primera vista, el currículum de Ben Aaronovitch (Londres, Reino Unido, 1964) se nos presenta como impecable, ya que además de librero y autor de varios volúmenes, es además guionista de series de televisión como la mítica “Doctor Who”. Y de su fértil imaginación y de su amor por esa ciudad en la que ha nacido y se ha criado, y que es un indiscutible territorio fértil para todo lo que tenga que ver con magia y misterios varios, nació en 2011 esta “Rivers of London” que Minotauro tuvo a bien publicar en estos lares al año siguiente (y que Oz Editorial ha recuperado el pasado 2017, tal vez con intención de publicar más volúmenes de la saga), con la vergonzosa frase de portada que reza nada menos que “lo que sucedería si Harry Potter ingresara en la policía metropolitana”.
                                   
                                  Aunque la premisa es sin duda atractiva, porque después de todo, ¿sabían ustedes que en Londres ha habido (y hay, aunque hoy en día no se vean) muchos más ríos que el célebre Támesis, cada uno de ellos con su propia historia y su particular recorrido? Pues lo que hace Aaronovitch es trazar además las personalidades de esos ríos y de los ¿dioses/as? que los encarnan, los cuales están inmersos en una especie de guerra territorial entre campo y mar (hay dos dioses del Támesis, y de ahí mucha parte del lío), y en la que tiene que intervenir el departamento especializado que la policía londinense tiene para estos menesteres, que como suele ser habitual, se reduce a un solo inspector… y a su aprendiz, que es el verdadero protagonista de esta historia, y que tiene que aprender a vérselas con un mundo que no comprende y que no es en absoluto como el de Harry Potter (como bien se encarga de decirle su maestro).
                                   
                                  Pero sin embargo, y a pesar de todos los atractivos que tiene y que a fin de cuentas consiguen que el libro sea más que legible y que se disfrute bastante (después de todo, el tema escogido no está nada mal), y de las referencias a historias tan concretas como Punch & Judy, o toda la narración detectivesca salpimentada con datos más o menos reales tanto de la policía y sus vivencias como de la misma sociedad de estos tiempos que corren (la raza de su protagonista y todo lo que ello conlleva), al final no podemos dejar de tener la sensación de que el autor no ha conseguido del todo su propósito. Porque todos esos temas que nos prometía solamente los ha tocado tangencialmente, y ese mundo paralelo que ha levantado no cuenta ni con sólidos cimientos (quizás haría falta otra novela que los explicase) ni con detalles que le den la necesaria riqueza como para lograr algo más que un rato de mero entretenimiento. Aunque la verdad sea dicha, el libro es solamente el primero de un total de siete publicados hasta el momento, así que si Oz Editorial decide continuar apostando por ellos, tal vez tengamos que matizar la opinión en un futuro que (ojalá) sea próximo…
                                   
                                  -El atractivo: su premisa, su redacción correcta, y el saber que hay bastantes más después de él.
                                   
                                  -El no-atractivo: que no da todo lo que promete, y uno se queda con la sensación de que podía haber sido muchísimo mejor.
                                   
                                  -El mayor atractivo: los ríos de Londres, desde la voluptuosa Beverly hasta la temperamental Ty.
                                   
                                  -El atractivo que le haría falta: tal vez una historia sobre Ettersburg, o sobre el inspector Nightingale. ¿Quién sabe?
                                  • Ríos de Londres
                                  • Ben Aaronovitch

                                    Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

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                                    Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

                                    Primera parte de la saga "Malaz: El Libro de los Caídos", que tanto está dando que hablar últimamente, en más de un sentido.

                                    Cuando una saga de fantasía épica compuesta por varios tomos comienza su andadura en una editorial mítica (fue el sello Timunmas quien publicó el primero allá por 2004 en dos volúmenes, “El Último Puente” y “Los Jardines de la Luna”), pasa luego a una editorial más discreta pero especializada en la materia (La Factoría de Ideas, que lo publicó de nuevo en 2009 en un solo volumen), y de repente pasa a ser fagocitada por una de las grandes que se atreve a publicar antes que ningún otro el siguiente tomo en orden de lectura (y que resulta ser nada menos que el octavo), sabes que algo está sucediendo. Y eso es precisamente lo que le ha sucedido a Steven Erikson (Toronto, Canadá, 1959) y a su saga de Malaz en nuestro país, después de que, tristemente, la editorial “La Factoría de Ideas” haya cerrado sus puertas a finales de 2015.
                                     
                                    Así las cosas, no dejó de ser una excelente noticia para los aficionados que un gigante como Ediciones B se decidiese poco después a publicar el tomo VIII (“Doblan por los Mastines”, en 2017), y que además se pusiese al trabajo de republicar todos los anteriores volúmenes empezando por el que nos ocupa y que es por supuesto el primero, “Los Jardines de la Luna”, allá por marzo de 2017. Y en este caso, incluso el mes de publicación es importante, ya que muy poco después la editorial fue comprada al Grupo Zeta por Penguin Random House, quien de todos modos parece pero que muy interesado en continuar con las andanzas malazanas: a día de hoy, han aparecido ya tanto el segundo como el tercer tomo en la misma cuidada edición de tapa dura con sobrecubierta y portadas del siempre impactante Alejandro Colucci, y dado que ese primer volumen ha alcanzado ya la segunda edición, parece que en este caso podremos disfrutar completamente de los diez tomos que la conforman, más allá de esos vaivenes editoriales que tantos quebraderos nos han dado más de una (y más de dos) veces a quienes gustamos de leer este tipo de obras…
                                     
                                    Por lo tanto, concentrémonos con libertad en la lectura, y disfrutemos atentamente de una obra que, como bien nos avisa su autor mismo en el prólogo que escribió para ella en 2007, es pero que muy ambiciosa. Porque estamos hablando de un mundo creado junto a su colega Ian Cameron Esslemont en los principios de la década de los 90’ y que primero fue escenario de juego de rol, luego guión cinematográfico, y finalmente novela que dio muchos tumbos hasta ser publicada allá por 1999, en una época en la que (aunque hoy día pueda parecer increíble), todo lo que oliese a género épico o fantástico estaba muerto y enterrado, y además olía a rancio y a podredumbre. Pero Erikson no se rindió ni siquiera en las condiciones más adversas, y la prueba de que tenía razón son sus incontestables ventas y la legión de fans que no para de crecer… y también de detractores, porque como él mismo reconoce, sus libros mueven al amor o al odio. Aunque la verdad es que no conviene exagerar ni ser tremendista, y sí vale la pena decir que tras la lectura del primer volumen, nos quedamos con ganas de más… y eso, en sí, ya es un gran mérito, sobre todo después de una lectura tan densa.
                                     
                                    -Un sí: densa pero bien llevada, atrapa e invita a más.
                                     
                                    -Un pero: tan densa que a veces es enrevesada hasta el infinito.
                                     
                                    -Un mérito: que esa misma densidad no importe a la hora de disfrutarla.
                                     
                                    -Un definitivo: quedan por delante nada menos que nueve tomos, y hay personajes a los que se coge cariño de inmediato, por muy siniestros que sean…
                                    • Los Jardines de la Luna
                                    • Malaz
                                    • Steven Erikson

                                      La Morada (R. A. Salvatore)

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                                      La Morada (R. A. Salvatore)

                                      Primera parte de la trilogía "El Elfo Oscuro", donde asistimos al nacimiento del más que carismático Drizzt Do'Urden.

                                      He aquí otro de esos nombres con los que todo aficionado a la literatura fantástica se ha tropezado alguna vez como es el de Robert Anthony Salvatore (Estados Unidos, 1959), indiscutiblemente ligado al universo de los Reinos Olvidados (es decir, uno de los más famosos escenarios de campaña del juego de rol Dungeons & Dragons). Y si bien son muchos los lectores que huyen como la peste de cualquier producto literario que tenga sus raíces en este tipo de cosas (presumiblemente por la sobresaturación que se dio en la última década del siglo XX y que a pesar de acercar el género a muchos lectores también fue responsable de su vulgarización, a veces hasta extremos pero que muy olvidables), sí es necesario a veces dejar atrás los prejuicios y examinar con curiosidad lo que unos cuantos autores encargados de vehicular criaturas ajenas sean capaces de ofrecernos de maneras más o menos interesantes (sin ir más lejos, y como ya hemos dicho aquí más de una vez, la obra de autores como Richard Knaak no es ni mucho menos para ser tomada a la ligera por mucho que haya escrito volúmenes de este tipo).
                                       
                                      En el caso que nos ocupa, es necesario hablar primero de un creador de juegos como el canadiense Ed Greenwood, quien a partir de 1985 desarrolla unos mundos entre los que pronto se encontrará el elfo oscuro Drizzt Do’Urden, al que dará vida otro de aquellos lectores fascinados por “El Señor de los Anillos” de J. R. R. Tolkien como es el propio Salvatore a partir de 1988 en la trilogía “El Valle del Viento Helado” (compuesta por “La Piedra de Cristal”, “Ríos de Plata” y “La Gema del Halfling”, que son además los primeros libros de toda su extensa producción), y que en 1990 retomará inmediatamente después en otra trilogía llamada “El Elfo Oscuro”, en cuyo primero volumen (este “Homeland” del que ahora estamos hablando y que aquí publicó Timun Mas en 1993, de nuevo en el 2000 en tapa dura en su colección “Literatura Fantástica”, en 2007 por Ediciones Altaya, y en su edición incontestablemente más bonita por Círculo de Lectores en 2003) asistiremos precisamente a su nacimiento, ya que la historia es cronológicamente la primera de todas.
                                       
                                      ¿Y qué es a fin de cuentas lo que en ella nos encontramos, hablando a un nivel estrictamente literario y obviando todo lo dicho anteriormente? Pues una historia espesa y oscura pero narrada con una sorprendente fluidez, donde su autor demuestra que sin duda sabe lo que hace, dosificando la información para ir ofreciéndola poco a poco y complementando la que sin duda aparece en la trilogía anterior pero desvelándola desde los “inocentes” ojos de un personaje al que le toca nacer y crecer en un entorno decididamente hostil. Y si bien es cierto que la ligereza de la obra es a veces muy patente (es decir, como si se narrasen partes de la trama que resultan prescindibles y accesorias), no por ello deja de tener un punto atractivo que nos impulsa a leer los dos volúmenes que faltan, aunque sea solamente por comprobar de primera mano qué más nos quiere contar su autor de un personaje tan peculiar.
                                       
                                      -La premisa más alentadora: la sociedad de Menzoberranzan y todas sus complejidades.
                                       
                                      -El rasgo más destacado: las capacidades únicas del protagonista, en todos los sentidos.
                                       
                                      -El aspecto más intrigante: el contraste de la Antípoda Oscura con la superficie del mundo.
                                       
                                      -El personaje más interesante: sin duda, la pantera Guenhwyvar.
                                      • La Morada
                                      • R A Salvatore
                                      • El Elfo Oscuro

                                        Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (J. K. Rowling)

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                                        Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (J. K. Rowling)

                                        Séptimo y último libro de la saga original, que aunque parezca mentira, se guarda un buen (y hermoso) montón de ases en la manga.

                                        A estas alturas de la película (literaria), cualquier adjetivo se quedaba corto: diez años después de aquella primera entrega de las aventuras del niño mago, en el año 2007 aparecía este “Harry Potter and the Deadly Hallows” (aquí llegaría al año siguiente de la mano de Salamandra), por supuesto de la mano de su autora de siempre… Y si bien la anterior entrega había batido todos los récords, esta los superaría todavía más, precedido por la espesísima polvareda que para entonces ya era imparable y que las películas habían ayudado a cimentar, de tal forma que incluso había llegado a publicarse un volumen titulado “¿Qué Pasará en Harry Potter 7?”, volumen no oficial redactado por fans de la página web mugglenet.com y donde se analizaban todo tipo de teorías y contrateorías de lo que podía pasar o dejar de pasar en el tan esperado final (de la edición española se encargó Roca Editorial, en el año 2007).
                                         
                                        Y sin embargo, una vez más, Rowling lo hizo. Porque aunque a toro pasado es más que gracioso echarle un vistazo a las (jugosas, ya que recogen datos y entrevistas muy interesantes) especulaciones de los fans, capaces de adivinar la identidad del misterioso R. A. B. que cerraba la anterior novela o de equivocarse clamorosamente con el destino de algunos personajes, nadie habría podido esperarse uno de los secretos mejor guardados por su autora como son esas “reliquias de la muerte” de las que nos habla el título, responsables tanto de esta trama particular como de muchas de las subtramas que ya se nos habían ido contando antes (referentes sobre todo a Dumbledore), por no hablar del subsecuente merchandising que inundó la realidad incluso en forma de tatuaje… Así que además de responder admirablemente a todas las lógicas cuestiones que todo lector se planteaba (quién moría, quién vivía, quién ganaba, quién perdía, y de qué forma sucedía todo eso), y de recoger todos los hilos a veces inevitablemente de una forma un tanto acelerada (después de todo había muchísimas tramas que cerrar, y algunas no eran fáciles en absoluto), Rowling se permite aquí el lujo de ofrecer unas sorpresas pero que muy suculentas, y que consiguen salpimentar lo que de otra manera sería únicamente una sucesión de tópicos y de soluciones fáciles y facilonas. Y eso, en una saga con el éxito de la presente y con toda la presión que ella debía de sentir en su momento, es algo que se agradece muy mucho.
                                         
                                        Consecuentemente, y teniendo en cuenta que justo cuando este libro se publicó acababa de estrenarse la película basada en el quinto, la historia de las reliquias de la muerte también tuvo su adaptación cinematográfica, que en este caso se dividió en dos partes debido a su longitud (y aunque pudiera pensarse en una hábil y no descartable jugada comercial, es pero que muy cierto que tal cantidad de acontecimientos demandaban una solución semejante), y que contenía aciertos pero que muy notables, como las escenas de animación que explicaban la historia de las sosodichas reliquias. Y por supuesto, y afortunadamente, este no fue el final de todo el asunto… pero esa es una historia diferente, desde luego.
                                         
                                        -La sorpresa: que a estas alturas y sabiendo lo que sabemos, siga enganchando.
                                         
                                        -La no-sorpresa: que a estas alturas y sabiendo lo que sabemos, siga enganchando.
                                         
                                        -La pega del libro: la poca chicha de la historia con la diadema de Rowena Ravenclaw.
                                         
                                        -La pega de la película: que Harry no arregle su propia varita con la otra, tal y como hace en el libro.
                                        • Harry Potter and the Deathly Hallows
                                        • Harry Potter
                                        • Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
                                        • JK Rowling
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