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El Iniciado (Louise Cooper)

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El Iniciado (Louise Cooper)

Primera parte de la trilogía "El Señor del Tiempo", tal vez la más famosa de las sagas de una autora que desgraciadamente ya no está entre nosotros.

A lo largo de los años, varias han sido las voces que han calificado la obra de Louise Cooper (Gran Bretaña, 1952-2009, fallecida prematuramente a causa de un derrame cerebral) como del todo imprescindible dentro del panorama de la literatura fantástica (o como quieran llamarla), aunque teniendo en cuenta el tiempo que hace ya que nos dejó (y que aquí se dejó de editar, porque de los libros que escribió durante la última década de su vida nada se sabe por estos lares), resulta como siempre una pequeña odisea hacerse con alguno de sus volúmenes, que de todas maneras siguen circulando aún entre los aficionados más acérrimos (que además son muchos, por fortuna). Sin embargo, si lo que tenemos en cuenta es el hecho de que sí han llegado a traducirse al castellano varias sagas de las más conocidas suyas (como “Índigo”, “El Vuelo del Dragón”, o “La Puerta del Caos”), tampoco podemos quejarnos de que nos falten obras de referencia…
 
Precisamente, y si tenemos que situar en algún punto el comienzo de toda esta historia, es nada menos que en 1977, cuando la autora británica escribió su novela “Lord of No Time”, que pasó sin demasiada gloria y que posteriormente convertiría en la trilogía “El Señor del Tiempo”, iniciada por esta “The Initiate” allá por 1986 y que aquí se publicó de la mano de Timun Mas en tapa dura, en 1988 (reeditándolo con distintas cubiertas y en tapa blanda primero en 1999 y en 2004 después), y luego en Círculo de Lectores (en 1991, justo antes de que empezasen a hacer sus memorables ediciones del género), habiendo formado también parte de la colección “Grandes Autores de la Literatura Fantástica” en 1996 (es el volumen 5) y de la de “Literatura Fantástica” de Planeta DeAgostini en 2006. Y desde entonces, y como bien se puede ver por las simpatías que sigue despertando su nombre entre el público, ni mucho menos ha quedado relegada al olvido.
 
Claro que el punto de partida es netamente interesante, con las aventuras y desventuras (mágicas) de un protagonista joven que pasará de la más absoluta desesperación a la más notable de las esperanzas, todo ello mezclado con amor y ambición y amistad y retos, en un lugar con especiales características físicas y geográficas (que aún debemos conocer del todo) y donde la magia y la hechicería están a la orden del día. Y si bien hay muchas de las cosas que caracterizan el género (otra vez esa palabra…) y que no se pueden encontrar aquí por la simple razón de que no están (ni elfos ni enanos ni cosas semejantes), sí que el tono caballeresco y medievalizante de la obra le dan un gusto inequívocamente épico, que nos hace presagiar sorpresas todavía mayores en un mundo de intrigas políticas y palaciegas (o religiosas, tanto da), que sin duda aún tiene mucho que ofrecer.
 
-El gran misterio: el Warp. ¿Qué es, de dónde procede, por qué existe, qué relación tiene con el protagonista, y qué importancia tiene en la historia?
 
-El gran personaje (héroe): sin duda alguna, el propio Tarod, de quien todo es un absoluto misterio (incluso su propio nombre).
 
-El gran personaje (villano): la felona y taimada Sashka, tan atrayente que ni siquiera es capaz de despertarnos antipatías.
 
-El gran momento: el final. De acuerdo que estamos en el primer libro de una trilogía, pero pocas obras acaban con tanta rotundidad como la presente.
  • El Señor del Tiempo
  • El Iniciado
  • Louise Cooper

    La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

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    La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

    La continuación de las aventuras del ya famoso brujo Geralt de Rivia, matador de criaturas mágicas.

    Una vez más, y dependiendo de a quién se le pregunte, he aquí el segundo de los volúmenes de la llamada Saga de Geralt de Rivia, que Bibliópolis primero y Alamut después han publicado precisamente con esa numeración (en el año 2003) y que contiene otros cuantos relatos hilvanados con habilidad por su autor, el polaco Andrzej Sapkowski (Lodz, 1948) en 1992 (como ya dijimos, el volumen “El Último Deseo” data de 1993, pero fue el mismo autor quien rehízo aquella recopilación original para que representase el principio cronológico de la historia). Pero sea como fuere una vez más, he aquí un libro que ningún lector, por exigente que sea, dejará de disfrutar en profundidad, y además en su totalidad, lo lea cuando lo lea.
     
    Y es que si bien estamos ante un libro de relatos aparentemente sueltos en los que el único rasgo en común es su personaje principal, lo cierto es que sus propias características hacen que bajo todas esas historias latan unas continuas líneas argumentales que nos llevan desde el que está al principio (“Las fronteras de lo posible”, maravillosa historia de dragones como pocas veces ha sido contada una narración acerca de semejantes criaturas) hasta el que su autor coloca al final (“Algo más”, que se debate admirablemente entre lo onírico y lo concreto, para finalizar en un lugar absolutamente inesperado y que tiene muchísimo que ver con cosas que ni su propio protagonista se imagina). Y si a todo eso le añadimos que este volumen se complementa a la perfección con el anterior, recogiendo ideas allí expuestas, y que es además junto con él un simple preludio a lo que es la saga principal del personaje en la que aún no nos hemos sumergido, desde luego hay que reconocer que estamos ante algo muy difícil de pasar por alto.
     
    Y es que, de nuevo, no podemos dejar de rendirnos ante la evidencia de que estamos ante un escritor pero que muy capaz, que emplea todos los trucos del oficio (en el buen sentido de la palabra) para enganchar al lector y llevarle exactamente hasta donde él desea, mostrándole un mundo muy lejano pero al mismo tiempo muy cercano, y donde sentimientos muy humanos (la codicia, el amor, los celos, la venganza o el afán de supervivencia) están pero que muy presentes y juegan un papel absolutamente decisivo, a pesar de que su protagonista no sea precisamente humano y tal vez por eso sea más humano aún de lo que él cree… Y si a eso le añadimos ese lenguaje vivo y fresco con el que tan bien juega su autor, las referencias a historias clásicas contadas de una forma mucho más real y cotidiana, los misterios que no quedan resueltos porque probablemente no los conoce ni siquiera quien los ha escrito, y los personajes con innegable (y diferente) carisma, el placer está más que asegurado.
     
    ¿Hace falta algo más? Pues teniendo en cuenta que hay dragones, sirenas, elfos, brujos, hechiceros, príncipes, reyes, y unas cuantas cosas más, yo diría que no.
     
    -Un plus más: no es necesario leerse nada más que este volumen para quedar satisfecho, aunque por supuesto la lectura invite a ser continuada.
     
    -Otro plus más: el volumen acaba de reeditarse este mismo 2017, porque ya se había agotado en sus sucesivas reediciones.
     
    -Un plus que ojalá: los dos relatos “El Camino Sin Retorno” y “Cuando Algo Termina, Algo Comienza”, que no están, y que no molestaría que estuviesen.
     
    -El plus definitivo: que definitivamente, es irresistible.
    • La Espada del Destino
    • Geralt de Rivia
    • Andrzej Sapkowski

      El Discípulo Oscuro

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      El Discípulo Oscuro

      La misión suicida de dos renegados

      La lectura hace varios años de los cómics agrupados en el ciclo de “Guerras Clon” (editado en nuestro país por Planeta) me entusiasmó por la madurez de las historias, la introducción de nuevos personajes y, principalmente, por el descubrimiento de un personaje enigmático ligeramente basado en la estética rastafari. Dicho personaje es el jedi Quinlan Vos, aunque en las primeras páginas se hace llamar a sí mismo Korto Vos, nombre con el que bautizará a su hijo. Despertó mi interés el hecho de que se tratara de un jedi renegado (al menos en esos cómics), que ha observado las miserias de la República y de los separatistas, que se muestra reacio a la lucha armada por parte de los jedis, que tiene cierto resentimiento hacia el Consejo Jedi que le ha expuesto en muchas ocasiones al lado oscuro de la Fuerza por interés propio o a la manipulación a la que han sido sometidos los separatistas por parte de Dooku y ese oscuro maestro que se esconde tras él. Todo ello, ha acabado por curtir la personalidad de este personaje que suele trabajar en las sombras, tal y como fue entrenado por su maestro Tholme. Podríamos considerar a Vos como un infiltrado, con una filia por las alcantarillas de la sociedad. Asimismo, el final en los cómics no podría ser mejor para Vos, ya que finalmente acaba renunciando a los jedi o a la lucha armada por algún propósito político.

      Cuando me enteré que Planeta iba a editar el libro titulado “El Discípulo Oscuro”, cuyo protagonista era Vos, me moría de ganas de adquirirlo y devorarlo cuando tuviera la mínima oportunidad. La novela fue escrita por Christie Golden, una autora que muy prolífica y con bastante experiencia en el fantástico, el horror y la ciencia ficción. Además, no es una neófita en el mundo de Star Wars. La verdad es que se nota su maestría en la escritura, ya que la lectura del libro, de aproximadamente 400 páginas, es bastante ligera e interesante. La misión suicida de Vos y Ventress contra el conde Dooku te mantiene en tensión hasta el catastrófico primer encuentro entre los tres. El primer tercio de novela es trepidante, el segundo más o menos mantiene el interés, aunque la lectura se resiente de forma considerable en el último tercio de la novela, justamente cuando entran en acción los personajes más conocidos del Universo Star Wars, tales como Kenobi, Anakin, Yoda o Mace Windu, entre otros. De hecho, una de las cosas que tengo que criticar de la novela es que les dé peso a los personajes conocidos, en lugar de emplearlos como simples anclajes para el Universo expandido. Otro aspecto que entorpece la fluidez del texto es que la historia comienza a volverse torticera y decrece el interés por el núcleo central de la historia, ya que creo que la novela ha sido alargada de forma innecesaria. De la misma forma, no estoy muy de acuerdo con la descripción inicial de los personajes. De hecho, Asajj Ventress tiene una personalidad ciertamente distinta a como la retratan en los cómics, no es de mi agrado la excesiva vulnerabilidad de la que la dotan. Del mismo modo, tampoco me gusta el tratamiento de Vos, puesto que lo tratan como un personaje demasiado inocente y fácilmente manipulable por ambos bandos, cosa que no se corresponde con los cómics. Por último, creo que el inicio de la relación amorosa entre ambos personajes parece algo forzada, aún así al final acaba enganchando y dejándote con ganas de más. Por último, he detectado ciertas incongruencias temporales respecto a los cómics, puesto que creo que la autora se ha fijado más en la reciente serie de animación que en los cómics.

      Por todo ello, nos encontramos ante una novela agradable que dejará un buen sabor de boca tanto en el recién llegado al Universo Star Wars como al fan incondicional. Vamos, que la adquieran y disfruten de su lectura.

      • star wars the clone wars

        J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

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        J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

        Una de las tantas (no autorizadas) biografías de la creadora de Harry Potter, que por milagro está traducida al castellano.

        Evidentemente, todas las personas que obtienen relevancia social son de inmediato carne de especulaciones, informaciones contradictorias (y muchas veces inverosímiles) y permanente acoso de su intimidad, y la británica Joanne Rowling, más conocida como J. K. Rowling (Yate, Reino Unido, 1965), creadora de una de las series de literatura fantástica más exitosas de todos los tiempos, no podía ser menos. Por eso el periodista Sean Smith se puso a escribir sobre ella allá por el 2001, y por eso el libro resultante se publicó aquí ya en 2004 de la mano de Edicomunicación, S. A., justo después de que a su protagonista le concediesen el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2003, tal y como dice el aviso de la portada.
         
        Y lo que el periodista hizo fue, precisamente, bucear en la vida de una persona a la que tanto la pompa y la circunstancia como los focos de la fama siempre le han resultado del todo incómodos, y que nunca ha sido aficionada a otra cosa que no sea una vida discreta e íntima. ¿Y cómo iba a ser de otra manera para una mujer que pasó de la más absoluta de las normalidades a convertirse en la persona más rica de su país, por encima incluso de la mismísima reina? Y es que aunque el presente llega únicamente hasta la publicación del cuarto libro de la saga de Harry Potter y el estreno de la primera de las películas, ni siquiera semejante situación podía hacer pensar que ese momento no era más que un nuevo paso en el ascenso a nadie sabe dónde… porque hoy en día, con los siete libros publicados, las ocho películas estrenadas, una obra de teatro posterior y una nueva serie de films planteados de los que únicamente se ha estrenado el primero (“Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, cuyo inteligente guión va firmado precisamente por Rowling), se puede decir con justicia que lo contado hasta ese momento de su vida es solamente el principio de la historia, y casi una anécdota.
         
        Sin embargo, eso no quiere decir que el libro no sea interesante, porque a las especulaciones más o menos creíbles de su autor acerca de quién o qué pudo servir o dejar de servir de inspiración para según qué personajes o localizaciones, se contraponen los datos que ha sacado de documentaciones y entrevistas, que desvelan de una manera bastante humana las dificultades por las que la autora tuvo que pasar para convertirse en una escritora, y cómo su primer libro se convirtió en un clásico desde el primer momento, también gracias al buen hacer tanto de su agente literario como de sus editores… Aunque sin duda alguna, nada explica (ni tampoco lo pretende) la magia que hay detrás de un trabajo duro, de una ávida y atenta lectora que adora a Jane Austen y que conoce bien la literatura inglesa, que es sin duda una trabajadora infatigable y metódica, y cuyas circunstancias vitales (la temprana muerte de su madre o el frustrado matrimonio con su primer marido, que a fin de cuentas le dio una maravillosa hija, según sus propias palabras) ha sabido convertir en estímulo antes que en obstáculo. Cierto es que se echa de menos un texto más riguroso y más centrado en la obra (y por supuesto, más completo), pero hasta que la propia Rowling decida que eso es lo que le apetece hacer y no otra cosa, no nos va a quedar más remedio que conformarnos…
         
        -No hay: chismes inútiles, carnaza andrajosa, ni sensacionalismos.
         
        -Sí hay: cariño y respeto por quien, aún en contra de su voluntad, está siendo escrutada.
         
        -No falta: cierto rigor y bastante información.
         
        -Sí falta: más datos y más detalles literarios, que a fin de cuentas es lo que más interesa.
        • J K Rowling
        • Harry Potter
        • Sean Smith

          Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

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          Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

          Un relato más o menos contemporáneo de magia más o menos tradicional que, al menos en esta parte, da menos de lo que ofrece.

          A primera vista, el currículum de Ben Aaronovitch (Londres, Reino Unido, 1964) se nos presenta como impecable, ya que además de librero y autor de varios volúmenes, es además guionista de series de televisión como la mítica “Doctor Who”. Y de su fértil imaginación y de su amor por esa ciudad en la que ha nacido y se ha criado, y que es un indiscutible territorio fértil para todo lo que tenga que ver con magia y misterios varios, nació en 2011 esta “Rivers of London” que Minotauro tuvo a bien publicar en estos lares al año siguiente (y que Oz Editorial ha recuperado el pasado 2017, tal vez con intención de publicar más volúmenes de la saga), con la vergonzosa frase de portada que reza nada menos que “lo que sucedería si Harry Potter ingresara en la policía metropolitana”.
           
          Aunque la premisa es sin duda atractiva, porque después de todo, ¿sabían ustedes que en Londres ha habido (y hay, aunque hoy en día no se vean) muchos más ríos que el célebre Támesis, cada uno de ellos con su propia historia y su particular recorrido? Pues lo que hace Aaronovitch es trazar además las personalidades de esos ríos y de los ¿dioses/as? que los encarnan, los cuales están inmersos en una especie de guerra territorial entre campo y mar (hay dos dioses del Támesis, y de ahí mucha parte del lío), y en la que tiene que intervenir el departamento especializado que la policía londinense tiene para estos menesteres, que como suele ser habitual, se reduce a un solo inspector… y a su aprendiz, que es el verdadero protagonista de esta historia, y que tiene que aprender a vérselas con un mundo que no comprende y que no es en absoluto como el de Harry Potter (como bien se encarga de decirle su maestro).
           
          Pero sin embargo, y a pesar de todos los atractivos que tiene y que a fin de cuentas consiguen que el libro sea más que legible y que se disfrute bastante (después de todo, el tema escogido no está nada mal), y de las referencias a historias tan concretas como Punch & Judy, o toda la narración detectivesca salpimentada con datos más o menos reales tanto de la policía y sus vivencias como de la misma sociedad de estos tiempos que corren (la raza de su protagonista y todo lo que ello conlleva), al final no podemos dejar de tener la sensación de que el autor no ha conseguido del todo su propósito. Porque todos esos temas que nos prometía solamente los ha tocado tangencialmente, y ese mundo paralelo que ha levantado no cuenta ni con sólidos cimientos (quizás haría falta otra novela que los explicase) ni con detalles que le den la necesaria riqueza como para lograr algo más que un rato de mero entretenimiento. Aunque la verdad sea dicha, el libro es solamente el primero de un total de siete publicados hasta el momento, así que si Oz Editorial decide continuar apostando por ellos, tal vez tengamos que matizar la opinión en un futuro que (ojalá) sea próximo…
           
          -El atractivo: su premisa, su redacción correcta, y el saber que hay bastantes más después de él.
           
          -El no-atractivo: que no da todo lo que promete, y uno se queda con la sensación de que podía haber sido muchísimo mejor.
           
          -El mayor atractivo: los ríos de Londres, desde la voluptuosa Beverly hasta la temperamental Ty.
           
          -El atractivo que le haría falta: tal vez una historia sobre Ettersburg, o sobre el inspector Nightingale. ¿Quién sabe?
          • Ríos de Londres
          • Ben Aaronovitch

            Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

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            Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

            Primera parte de la saga "Malaz: El Libro de los Caídos", que tanto está dando que hablar últimamente, en más de un sentido.

            Cuando una saga de fantasía épica compuesta por varios tomos comienza su andadura en una editorial mítica (fue el sello Timunmas quien publicó el primero allá por 2004 en dos volúmenes, “El Último Puente” y “Los Jardines de la Luna”), pasa luego a una editorial más discreta pero especializada en la materia (La Factoría de Ideas, que lo publicó de nuevo en 2009 en un solo volumen), y de repente pasa a ser fagocitada por una de las grandes que se atreve a publicar antes que ningún otro el siguiente tomo en orden de lectura (y que resulta ser nada menos que el octavo), sabes que algo está sucediendo. Y eso es precisamente lo que le ha sucedido a Steven Erikson (Toronto, Canadá, 1959) y a su saga de Malaz en nuestro país, después de que, tristemente, la editorial “La Factoría de Ideas” haya cerrado sus puertas a finales de 2015.
             
            Así las cosas, no dejó de ser una excelente noticia para los aficionados que un gigante como Ediciones B se decidiese poco después a publicar el tomo VIII (“Doblan por los Mastines”, en 2017), y que además se pusiese al trabajo de republicar todos los anteriores volúmenes empezando por el que nos ocupa y que es por supuesto el primero, “Los Jardines de la Luna”, allá por marzo de 2017. Y en este caso, incluso el mes de publicación es importante, ya que muy poco después la editorial fue comprada al Grupo Zeta por Penguin Random House, quien de todos modos parece pero que muy interesado en continuar con las andanzas malazanas: a día de hoy, han aparecido ya tanto el segundo como el tercer tomo en la misma cuidada edición de tapa dura con sobrecubierta y portadas del siempre impactante Alejandro Colucci, y dado que ese primer volumen ha alcanzado ya la segunda edición, parece que en este caso podremos disfrutar completamente de los diez tomos que la conforman, más allá de esos vaivenes editoriales que tantos quebraderos nos han dado más de una (y más de dos) veces a quienes gustamos de leer este tipo de obras…
             
            Por lo tanto, concentrémonos con libertad en la lectura, y disfrutemos atentamente de una obra que, como bien nos avisa su autor mismo en el prólogo que escribió para ella en 2007, es pero que muy ambiciosa. Porque estamos hablando de un mundo creado junto a su colega Ian Cameron Esslemont en los principios de la década de los 90’ y que primero fue escenario de juego de rol, luego guión cinematográfico, y finalmente novela que dio muchos tumbos hasta ser publicada allá por 1999, en una época en la que (aunque hoy día pueda parecer increíble), todo lo que oliese a género épico o fantástico estaba muerto y enterrado, y además olía a rancio y a podredumbre. Pero Erikson no se rindió ni siquiera en las condiciones más adversas, y la prueba de que tenía razón son sus incontestables ventas y la legión de fans que no para de crecer… y también de detractores, porque como él mismo reconoce, sus libros mueven al amor o al odio. Aunque la verdad es que no conviene exagerar ni ser tremendista, y sí vale la pena decir que tras la lectura del primer volumen, nos quedamos con ganas de más… y eso, en sí, ya es un gran mérito, sobre todo después de una lectura tan densa.
             
            -Un sí: densa pero bien llevada, atrapa e invita a más.
             
            -Un pero: tan densa que a veces es enrevesada hasta el infinito.
             
            -Un mérito: que esa misma densidad no importe a la hora de disfrutarla.
             
            -Un definitivo: quedan por delante nada menos que nueve tomos, y hay personajes a los que se coge cariño de inmediato, por muy siniestros que sean…
            • Los Jardines de la Luna
            • Malaz
            • Steven Erikson

              La Caída de Dundee

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              La Caída de Dundee

              La posibilidad de una aventura

              Podría haber sido una noche cualquiera en Dundee pero será su última. Lagasca se encuentra en la ciudad-cúpula para entregar unas mercancías cuando, repentinamente, el suelo empieza a temblar a sus pies. Los reactores de la plataforma de sujeción de la urbe empiezan a apagarse misteriosamente abocándola a una caía inminente. Pero ese será uno de los muchos problemas a los que tendrá que enfrentarse el piloto, además del encuentro con su expareja Lepanto, controladora jefe del Aeropuerto; al aire contaminado que va invadiendo rápidamente la ciudad dejando un paisaje desolador de muerte y destrucción; a la desaparición de su copiloto Voyage, visto por última vez en el Complejo Ocioso, lugar del epicentro de los extraños seísmos, y a las intrigas de los hombres del Convenio representados por el profesor Antónimus, que arde en deseos de conseguir una enigmática llave y una información secreta que puede salvar o condenar a la humanidad. ¡Y todo eso en una sola noche!

               

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              La sinopsis se alimenta de personajes errantes. Héroes inconscientes, la mayoría de las veces, de sus propósitos que vagan entre los pliegues narrativos de una historia. Lagasca o Lepanto bien podrían ser ese tipo de náufragos, aferrados a sus modos de vida y siguiendo unas normas (más la segunda que el primero), junto a Voyage y a otros muchos de índole secundaria, que pululan la diégesis sobreviviéndola. Pero hay algo que comparten todos: son característicos, pertenecen a una caracterización. En el caso de los dos pilotos, por poner un ejemplo, podríamos etiquetarlos de proletarios (en su acepción adjetiva): dirigen subviones de mercancías en el Mundo Cupular. Durante micraños ha sido así pero todo eso va a sufrir una mutación trascendental. La aventura hará acto de presencia y solamente cuando se active, perderán su anonimato y se convertirán en protagónicos. Y el proceso creativo que diseña esa transformación es curioso. En la gestación de una idea, los personajes son originariamente ignorados y a media que se va desarrollando, van adquiriendo rasgos, tipos, especialidades, que irán construyendo su existencia. Aparecerán después sus nombres, su aspecto físico, sus anhelos, miedos o virtudes. El andamiaje narrativo queda fijado y solamente faltará resucitarlos. La Aventura es el mecanismo que produce el milagro creativo. Y de esta guisa, el género literario caníbal por excelencia, metástasis narrativa frenética, invade nuestro sopor diario. Llamémosle búsqueda, empresa o hazaña, lo que es innegable es el protagonismo de la acción, tomando el control del desarrollo del personaje y del testigo, ya sea lector o espectador. Y aquí se filtra el hecho narratológico: el pacto disciplinado entre el actante y el narratario confeccionado por el escriba. La posición activa del primero desarticula la posición pasiva del segundo: aquel que hace siendo contemplado por el que observa. De alguna manera esa alianza tendría que abolirse en detrimento de una simbiosis entre ambos. Algo de esto sabía Bertolt Brecht (1898-1956) y su “Opera de tres centavos” (1928) o, siguiendo en territorio teutón, Michael Ende (1929-1995) que en su “Historia Interminable” (1979) el librero Koreander defiende la veracidad de lo que acontece en la novela, frente al incrédulo Bastian. Cualquier aproximación a la Aventura tendría que ser calibrada bajo estos parámetros. Y es que leer podría considerarse un acto arriesgado, uno en el que nos jugásemos la vida parafraseando al profesor y coach Álvaro González-Alorda, cuando dice que nos jugamos la vida en las conversaciones y también en las que no tenemos. Lo que se cuenta en un libro, o mejor dicho, aquello que recreamos leyéndolo puede perfectamente convertirse en una realidad y por tanto su amenaza(s), su peligro(s), arranca(n) lo azaroso y permite desperezar a la aventura indicándola un posible(s) trayecto(s). Y cito posible(s) porque al principio es una mera opción, es la teoría de la trama que se desliza a su práctica, el relato. Lagasca y Voyage bien podrían a haber seguido trabajando como pilotos mercantes de subviones, yendo de un lado a otro con el Fortaleza pero el azar quiso que en su último encargo aterrizasen en la posibilidad de una aventura, en la ciudad de Dundee. A partir de este momento lo irracional bien podría dirigir sus historias.

              La Aventura suele alimentarse del adjetivo desvergonzadamente pero eso es lo baladí. La lógica del relato no tiene por qué ser la de su forma, es decir, lo capital del asunto no es el qué te cuentan sino el cómo te lo cuentan. Y ahí sí que es importante una cierta razón constructiva. La concatenación de hechos, enumerada sucintamente en la sinopsis de más arriba, nos permite vislumbrar el mapa de hechos a los que tendrá que hacer frente el héroe(s) y también nos muestra, sutilmente, sus objetivos y los de la trama. A veces será una carrera contrarreloj y otras veces una huida. Una confrontación entre un acto valeroso frente a uno cobarde o ser testigos de momentos insuflados por una alta tensión frente a otros, drenados de todo peligro. Siempre andando en una cuerda floja dramática, sin dejar de empujar al lector en pos de una aventura o al menos de su posibilidad. Siempre es bueno cerrar un libro y pensar que todo lo leído pertenece al reino de la ficción, que todo aquello que hemos podido imaginar, se haya quedado en ese estado mental, pero que al despertar a la mañana siguiente, algo, un detalle, una conversación te haga replantear tu propia existencia logrando poder observar la realidad con otros ojos. Y esto nos llevaría a una gran conclusión: aquello que te hace pensar, te transforma. No digo que La caída de Dundee lo haya lograda pero espero que por lo menos se mantenga en ese camino denunciándolo, o por lo menos, rasgando el telón de la escenificación. Así que… ¡Bon Voyage!

              ¡Siéntense en el Fortaleza y agárrense fuerte de la mano de uno de los pilotos de subviones más irresponsables del Mundo Cupular, adentrándose en un universo de trúhanes, traidores y aventureros!

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              • La caída de Dundee

                Los Desposeídos

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                Los Desposeídos

                Inmortal Le Guin.

                La editorial Minotauro reedita Los Desposeídos (1974) de la genial Ursula K. Le Guin, edición limitada con unas calidades casi artesanales en su formato y numerada a 1.250 unidades exclusivamente. Es Le Guin no sólo mi escritora favorita si no también la culpable de transportarme a mundos que mi imaginación agradece a niveles comparables únicamente a los conseguidos por Tolkien o Asimov.

                Desde que el escritor, físico y traductor al castellano del autor Neal Stephenson, Pedro Jorge Romero me aconsejara vívamente su lectura, mucho tiempo he esperado para poder leer la que para muchos es su gran obra maestra. Creo sinceramente que tiene más de una y de dos y de tres y...

                Aunque no me ha conmovido hasta lo más profundo de mi ser como la lectura de La Mano Izquierda de la Oscuridad (1969), esta novela es de lo mejor que he disfrutado en mi vida. Todo lo que plantea en su libro, es la propia crónica de nuestro devenir errante como especie, de nuestros fracasos como Sociedad, pero también de la mínima esperanza que aún tenemos de progresar para legar un futuro mejor a las próximas generaciones.

                La escritora californiana (Berkeley, 1929) fue una convencida feminista y taoísta, que completó una longeva vida en plenitud y armonía con el entorno con el que convivió -su adorado Portland, con sus bosques húmedos y sus montañas brumosas, que refleja con maestría en La Rueda Celeste (1971)-. Precursora, como en su momento lo fuera también Mary Shelley, de una Literatura anclada en la óptica masculina, siempre defendió la calidad del género Fantástico y de la Ciencia Ficción, tan denostados por muchos de sus colegas como artes menores. Concepción errónea a todas luces dada la alta calidad de sus escritos, ambientados en su mayoría en mundos futuros, sí; pero abordando temáticas filosóficas, políticas y éticas sobre la condición humana, desde una amplia y generosa visión humanista que firmaría el propio Bertrand Russell.

                De hecho, nunca ocultó su particular querencia hacia el Nobel de Literatura, pero no para su vanagloria, si no para dignificar los géneros que abordaron insignes plumas como los ya mencionados o los Pohl, Herbert, K. Dick, Heinlein o Clarke; por citar sólo algunos de los más aclamados. Y veía, con cierta sorna, el aplauso inmerecido que otros autores recibían por obras "inspiradas" en sus trabajos. No le dolían falsas imposturas a la hora de criticar a J. K. Rowling, por su mago Potter, trasunto del protagonista de la Saga de Terramar, así como los territorios y especialmente los dragones recreados por George R. R. Martin en su inacabada serie de Canción de Hielo y Fuego, anémicos "homenajes" que semejan gallinas desplumadas frente a la magnitud y realeza de los disfrutados por Le Guin. Y también, ¡cómo no!, el fusilamiento sin compasión que el megalómano James Cameron presenta en su Avatar (2009), vácua pretenciosidad carente de la más mínima originalidad como descubrimos al leer las aventuras de Rocannon. Como confesó en una entrevista de 2012 al periodista Jacinto Antón: "al menos podían haberme dado las gracias".

                Los Desposeídos, premio Nebula de 1974 y ganador del Hugo y el Locus de 1975 como mejor novela, es una ambígua utopía perteneciente al Ciclo del Ekumen, término que proviene del griego Ecúmene y que significa "mundo habitado". El Ekumen, por tanto en su ideario personal, es una Federación Galáctica de mundos habitados por razas humanas, algunas de ellas evolucionadas a especies superiores como los hainitas que tutelan altruísticamente la supervivencia de las diferentes especies de humanoides que malviven en las casi siempre duras condiciones de los hábitat que les toca por vivir.

                Iniciada en 1966 con la novela El Mundo de Rocannon, 2.500 años después de la primera expansión de la Humanidad, le seguirían Planeta de Exilio publicada el mismo año, La Ciudad de las Ilusiones (1967), La Mano Izquierda de la Oscuridad (1969), El Nombre del Mundo es Bosque (1972), para finalizar con el libro a tratar hoy, un excepcional estudio sobre dos sociedades antagónicas. La del planeta Urras, liderada por la salvajemente capitalista A-Io y la de su inhóspita y árida luna Anarres, con sus integrantes centralizados por una Administración Única Anarquista, excesivamente burocratizada y aislada casi totalmente de cualquier contacto con el Ekumen, pero que logra la práctica total implicación de sus habitantes en las tareas que sean necesarias realizar, aunque para ello tengan que sacrificar conciliaciones familiares y personales.

                En dicha luna, destaca un joven físico teórico multidisciplinar llamado simplemente Shevek (los nombres son elegidos por una computadora central y no tienen apellidos). Shevek habla el Právico, idioma creado por los anarquistas en donde se eliminan muchas formas del posesivo. Un ejemplo de ello es que los anarrianos no poseen nada propio. "El pañuelo que uso, lo comparto contigo" en vez de "mi pañuelo, te lo presto". Y creen firmemente en tales postulados. Pero Shevek, para desarollar su Teoría que supera las limitaciones de la Física Relativista necesita medios y técnicas que sólo Urras puede ofrecer y aquí empezarán los conflictos ético-morales, filosóficos y políticos.

                Le Guin, plantea con maestría y con didáctica agilidad, temas vitales rebatidos desde el inicio del librepensamiento de la Humanidad. No es sólo una novela. Es una "magnum opus" sobre la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad y las luchas de clases que hay que afrontar, las revoluciones que se deben librar y la esperanza como empuje y soporte del camino hacia el final deseado para una evolución imprescindible si queremos preservar la especie humana.

                El 22 de enero del presente año, esta poetisa, traductora, filántropa, Gran Maestra de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de los EE.UU., madre amada y mujer reverenciada realizó su último viaje hacia la inmortalidad como unidad absoluta, ejemplo de superación personal y de progreso con la colectividad.


                ZOMBI

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                ZOMBI

                Una de las mejores novelas splatterpunk en lengua hispana vuelve a ser editada.

                Zombi es una novela que está llamada a convertirse en un clásico. Su historia, tremendamente cruel y oscura, está construida con trozos de vidas destrozadas, cosidos con muy mala uva y sin sentido alguno de la esperanza o la redención. Todo en Zombi está maldito, desde las terribles circunstancias de los personajes protagonistas, un grupo de enfermos terminales que dedican sus últimos días a luchar como gladiadores en un sucio negocio clandestino, a la no-visión que tienen estos de su futuro, inexistente o algo mucho peor.

                La edición cuenta con una nueva revisión de la obra, un prólogo del cineasta y novelista Juanra Fernández, y un relato, La chica del parche rojo, como sangriento colofón.

                 

                Su sinopsis reza así:

                SI SUPIERAS QUE HAS MUERTO… ¿QUÉ MOTIVO TENDRÍAS PARA VIVIR? Están ahí. Son un rumor en nuestro mundo, polvo bajo la alfombra. Algunos han dado pie a leyendas urbanas, historias sobre combates a muerte transmitidos en directo por la Deep Web, o vendidos más tarde en vídeo a compradores con extrañas apetencias. Se dice que son enfermos desahuciados, muertos en vida a los que se les paga una pequeña fortuna a cambio de sangrar y sacarse la piel a tiras. Juan Díaz Olmedo construye su novela alrededor de este escalofriante submundo encriptado en el ADN de nuestra sociedad, poblado por seres que viven sus últimos días en una vorágine de violencia y dinero.

                 

                Puede adquirirse aquí: https://www.edicionesvernacci.com/producto/zombi/

                 

                Y aquí algunas de las geniales críticas que ha recibido:

                «Zombi es una historia dura, violenta y sin concesiones. Los excesos y la apología de la autodestrucción como medio para poder seguir adelante puede ser un planteamiento difícil de digerir para los estómagos sensibles, pero la honestidad que palpita en sus páginas es innegable y su mejor baza»

                Athnecdotario Incoherente (Web de crítica literaria)

                 

                «Con más dotes de observación que imaginación, Olmedo nos cuenta lo que pasa en la calle cuando dormimos. ¿Estáis preparados para saberlo?»

                David G. Panadero (Novelista y director de la revista Protesis “

                 

                Jezabel, que es la protagonista principal de la novela, se verá inmersa junto al resto de sus compañeros en una espiral sin control de la que ninguno podrá escapar. Vida, muerte, sexo, violencia, y una pizca de crueldad necesaria y justificada”

                David Yuste (Escritor)

                 

                Sobre el autor:

                Juan Díaz Olmedo nació en Cádiz, en 1976, aunque por motivos profesionales reside en Sevilla. Miembro fundador de Nocte (Asociación Española de Escritores de Terror), se reconoce fuertemente influenciado por autores como Iain Banks, Clive Barker o Poppy Z. Brite. Su primera novela, “Marionetas de sangre”, fue publicada en 2004 y es considerada hoy en día una pequeña obra de culto. En el año 2006 fue nominado a los premios nacionales Xatafi e Ignotus en la categoría de mejor relato por “Dragón podrido”, publicado en Paura Vol.2. Dos años más tarde colaboró con dos microrrelatos en el libro “King Kong Solidario”, publicado por el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Su segunda novela, “Zombi”, llegó en el año 2016, y pese al escaso impacto de la edición supuso una apasionante incursión en el género bizarre-noir. Por último, ha publicado “Ghoul”.

                • Zombi
                • Ediciones Vernacci
                • Juan Díaz Olmedo

                  Abarat (Clive Barker)

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                  Abarat (Clive Barker)

                  ¿Una incursión en la fantasía del maestro del terror sobrenatural? Pues sí, y es justamente tan increíble (en todos los sentidos) como aparenta.

                  Increíble, pero cierto. Ciertamente, es muy probable que a los degustadores de literatura fantástica o de demás casillas artificiales de géneros aledaños les suene el nombre de Clive Barker (Liverpool, Inglaterra, 1952), pero seguramente lo que les evoque será un mundo de pesadillas surreales y terroríficas tanto en su vertiente literaria (con sus recopilaciones de relatos tituladas tan expeditivamente como “Libros de Sangre”) como cinematográfica (con películas ya míticas como “Hellraiser” o “Razas de Noche”, que también se retroalimentan de sus escritos, basándose en ellos o generando otros nuevos). Alabado por voces tan autorizadas como la de Stephen King, Barker se ha ganado a pulso un lugar entre los creadores de malos sueños, y lo ha hecho con originalidad digna de agradecer, en un género (el terror) que muchas veces es justamente acusado de insulso o repetitivo…

                  De ahí que sea sorprendente (de hecho, muy sorprendente) que este prolífico hombre decidiese un día probar suerte en la construcción de mundos fantásticos poblados de magia y seres sobrenaturales (aunque a fin de cuentas, esos son parámetros en los que su obra nunca ha dejado de moverse), y allá por 2002 publicase este “Abarat” (que aquí nos llegó un poquito más tarde, aunque es de agradecer que Oz Editorial haya hecho el esfuerzo y lo haya traído hasta aquí doce años después, es decir, en 2014), primera parte de una serie de libros ambientada en un mundo que consiste en veinticinco islas situadas en un océano… en cada una de las cuales solamente existe una hora distinta (y sí, hay una “hora 25”). Es decir, veinticinco mundos distintos y únicos en su idiosincrasia, aunque conectados por ciertos ámbitos y eventos que los cohesionan tanto en su propio pasado con su propio futuro. Y una de las cosas que los cohesionan es precisamente una joven, Candy Quackenbush, que accederá hasta ese lugar cuando invoque al océano nada menos que desde Minnesota, Estados Unidos, con la ayuda de una criatura de aspecto humano pero con cuernos de siete puntas en cada una de las cuales hay una cabeza que habla y piensa por sí misma…

                  Y es que, claro está, estamos hablando de Clive Barker, y por eso no podemos esperarnos una novela al uso ni un texto que podamos encasillar a voluntad, ya que después de un comienzo más o menos habitual (chica descontenta con su vida llega a mundo mágico), prácticamente cada capítulo nos obliga a detenernos y a visualizar con más o menos detenimiento aquello que su autor nos sugiere, y que además de no tener pies ni cabeza muchas (muchísimas) veces, suele dar un pavoroso pero refrescante miedo nada habitual en estos lares… Y ahí está la gracia, por supuesto: en la originalidad que desprende un relato que a veces podría parecer infantil, y que sin embargo esconde muchos (muchísimos) secretos agradables y que hacen que uno se quede con ganas de más. De mucho más, sin duda alguna.

                   

                  -Un personaje bueno: la propia Candy, que cae bien desde el principio a propios y extraños, y que seguro que es más (mucho más) de lo que parece a primera vista.

                  -Un personaje malo: el siniestro Cristopher Carroña, con un casco de pesadillas que flotan a su alrededor, y que parece sacado de una película de Mad Max.

                  -Un personaje distinto: John Fechorías (y sus siete hermanos, por supuesto).

                  -Un personaje definitivo: el propio mundo de Abarat, y su mar con nombre propio, Izabella. Cualquier cosa que suceda en un lugar así es más que interesante…

                  • Abarat
                  • clive barker
                  • clive barker

                    El Iniciado (Louise Cooper)

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                    El Iniciado (Louise Cooper)

                    Primera parte de la trilogía "El Señor del Tiempo", tal vez la más famosa de las sagas de una autora que desgraciadamente ya no está entre nosotros.

                    A lo largo de los años, varias han sido las voces que han calificado la obra de Louise Cooper (Gran Bretaña, 1952-2009, fallecida prematuramente a causa de un derrame cerebral) como del todo imprescindible dentro del panorama de la literatura fantástica (o como quieran llamarla), aunque teniendo en cuenta el tiempo que hace ya que nos dejó (y que aquí se dejó de editar, porque de los libros que escribió durante la última década de su vida nada se sabe por estos lares), resulta como siempre una pequeña odisea hacerse con alguno de sus volúmenes, que de todas maneras siguen circulando aún entre los aficionados más acérrimos (que además son muchos, por fortuna). Sin embargo, si lo que tenemos en cuenta es el hecho de que sí han llegado a traducirse al castellano varias sagas de las más conocidas suyas (como “Índigo”, “El Vuelo del Dragón”, o “La Puerta del Caos”), tampoco podemos quejarnos de que nos falten obras de referencia…
                     
                    Precisamente, y si tenemos que situar en algún punto el comienzo de toda esta historia, es nada menos que en 1977, cuando la autora británica escribió su novela “Lord of No Time”, que pasó sin demasiada gloria y que posteriormente convertiría en la trilogía “El Señor del Tiempo”, iniciada por esta “The Initiate” allá por 1986 y que aquí se publicó de la mano de Timun Mas en tapa dura, en 1988 (reeditándolo con distintas cubiertas y en tapa blanda primero en 1999 y en 2004 después), y luego en Círculo de Lectores (en 1991, justo antes de que empezasen a hacer sus memorables ediciones del género), habiendo formado también parte de la colección “Grandes Autores de la Literatura Fantástica” en 1996 (es el volumen 5) y de la de “Literatura Fantástica” de Planeta DeAgostini en 2006. Y desde entonces, y como bien se puede ver por las simpatías que sigue despertando su nombre entre el público, ni mucho menos ha quedado relegada al olvido.
                     
                    Claro que el punto de partida es netamente interesante, con las aventuras y desventuras (mágicas) de un protagonista joven que pasará de la más absoluta desesperación a la más notable de las esperanzas, todo ello mezclado con amor y ambición y amistad y retos, en un lugar con especiales características físicas y geográficas (que aún debemos conocer del todo) y donde la magia y la hechicería están a la orden del día. Y si bien hay muchas de las cosas que caracterizan el género (otra vez esa palabra…) y que no se pueden encontrar aquí por la simple razón de que no están (ni elfos ni enanos ni cosas semejantes), sí que el tono caballeresco y medievalizante de la obra le dan un gusto inequívocamente épico, que nos hace presagiar sorpresas todavía mayores en un mundo de intrigas políticas y palaciegas (o religiosas, tanto da), que sin duda aún tiene mucho que ofrecer.
                     
                    -El gran misterio: el Warp. ¿Qué es, de dónde procede, por qué existe, qué relación tiene con el protagonista, y qué importancia tiene en la historia?
                     
                    -El gran personaje (héroe): sin duda alguna, el propio Tarod, de quien todo es un absoluto misterio (incluso su propio nombre).
                     
                    -El gran personaje (villano): la felona y taimada Sashka, tan atrayente que ni siquiera es capaz de despertarnos antipatías.
                     
                    -El gran momento: el final. De acuerdo que estamos en el primer libro de una trilogía, pero pocas obras acaban con tanta rotundidad como la presente.
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                    • El Iniciado
                    • Louise Cooper

                      La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

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                      La Espada del Destino (Andrzej Sapkowski)

                      La continuación de las aventuras del ya famoso brujo Geralt de Rivia, matador de criaturas mágicas.

                      Una vez más, y dependiendo de a quién se le pregunte, he aquí el segundo de los volúmenes de la llamada Saga de Geralt de Rivia, que Bibliópolis primero y Alamut después han publicado precisamente con esa numeración (en el año 2003) y que contiene otros cuantos relatos hilvanados con habilidad por su autor, el polaco Andrzej Sapkowski (Lodz, 1948) en 1992 (como ya dijimos, el volumen “El Último Deseo” data de 1993, pero fue el mismo autor quien rehízo aquella recopilación original para que representase el principio cronológico de la historia). Pero sea como fuere una vez más, he aquí un libro que ningún lector, por exigente que sea, dejará de disfrutar en profundidad, y además en su totalidad, lo lea cuando lo lea.
                       
                      Y es que si bien estamos ante un libro de relatos aparentemente sueltos en los que el único rasgo en común es su personaje principal, lo cierto es que sus propias características hacen que bajo todas esas historias latan unas continuas líneas argumentales que nos llevan desde el que está al principio (“Las fronteras de lo posible”, maravillosa historia de dragones como pocas veces ha sido contada una narración acerca de semejantes criaturas) hasta el que su autor coloca al final (“Algo más”, que se debate admirablemente entre lo onírico y lo concreto, para finalizar en un lugar absolutamente inesperado y que tiene muchísimo que ver con cosas que ni su propio protagonista se imagina). Y si a todo eso le añadimos que este volumen se complementa a la perfección con el anterior, recogiendo ideas allí expuestas, y que es además junto con él un simple preludio a lo que es la saga principal del personaje en la que aún no nos hemos sumergido, desde luego hay que reconocer que estamos ante algo muy difícil de pasar por alto.
                       
                      Y es que, de nuevo, no podemos dejar de rendirnos ante la evidencia de que estamos ante un escritor pero que muy capaz, que emplea todos los trucos del oficio (en el buen sentido de la palabra) para enganchar al lector y llevarle exactamente hasta donde él desea, mostrándole un mundo muy lejano pero al mismo tiempo muy cercano, y donde sentimientos muy humanos (la codicia, el amor, los celos, la venganza o el afán de supervivencia) están pero que muy presentes y juegan un papel absolutamente decisivo, a pesar de que su protagonista no sea precisamente humano y tal vez por eso sea más humano aún de lo que él cree… Y si a eso le añadimos ese lenguaje vivo y fresco con el que tan bien juega su autor, las referencias a historias clásicas contadas de una forma mucho más real y cotidiana, los misterios que no quedan resueltos porque probablemente no los conoce ni siquiera quien los ha escrito, y los personajes con innegable (y diferente) carisma, el placer está más que asegurado.
                       
                      ¿Hace falta algo más? Pues teniendo en cuenta que hay dragones, sirenas, elfos, brujos, hechiceros, príncipes, reyes, y unas cuantas cosas más, yo diría que no.
                       
                      -Un plus más: no es necesario leerse nada más que este volumen para quedar satisfecho, aunque por supuesto la lectura invite a ser continuada.
                       
                      -Otro plus más: el volumen acaba de reeditarse este mismo 2017, porque ya se había agotado en sus sucesivas reediciones.
                       
                      -Un plus que ojalá: los dos relatos “El Camino Sin Retorno” y “Cuando Algo Termina, Algo Comienza”, que no están, y que no molestaría que estuviesen.
                       
                      -El plus definitivo: que definitivamente, es irresistible.
                      • La Espada del Destino
                      • Geralt de Rivia
                      • Andrzej Sapkowski

                        El Discípulo Oscuro

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                        El Discípulo Oscuro

                        La misión suicida de dos renegados

                        La lectura hace varios años de los cómics agrupados en el ciclo de “Guerras Clon” (editado en nuestro país por Planeta) me entusiasmó por la madurez de las historias, la introducción de nuevos personajes y, principalmente, por el descubrimiento de un personaje enigmático ligeramente basado en la estética rastafari. Dicho personaje es el jedi Quinlan Vos, aunque en las primeras páginas se hace llamar a sí mismo Korto Vos, nombre con el que bautizará a su hijo. Despertó mi interés el hecho de que se tratara de un jedi renegado (al menos en esos cómics), que ha observado las miserias de la República y de los separatistas, que se muestra reacio a la lucha armada por parte de los jedis, que tiene cierto resentimiento hacia el Consejo Jedi que le ha expuesto en muchas ocasiones al lado oscuro de la Fuerza por interés propio o a la manipulación a la que han sido sometidos los separatistas por parte de Dooku y ese oscuro maestro que se esconde tras él. Todo ello, ha acabado por curtir la personalidad de este personaje que suele trabajar en las sombras, tal y como fue entrenado por su maestro Tholme. Podríamos considerar a Vos como un infiltrado, con una filia por las alcantarillas de la sociedad. Asimismo, el final en los cómics no podría ser mejor para Vos, ya que finalmente acaba renunciando a los jedi o a la lucha armada por algún propósito político.

                        Cuando me enteré que Planeta iba a editar el libro titulado “El Discípulo Oscuro”, cuyo protagonista era Vos, me moría de ganas de adquirirlo y devorarlo cuando tuviera la mínima oportunidad. La novela fue escrita por Christie Golden, una autora que muy prolífica y con bastante experiencia en el fantástico, el horror y la ciencia ficción. Además, no es una neófita en el mundo de Star Wars. La verdad es que se nota su maestría en la escritura, ya que la lectura del libro, de aproximadamente 400 páginas, es bastante ligera e interesante. La misión suicida de Vos y Ventress contra el conde Dooku te mantiene en tensión hasta el catastrófico primer encuentro entre los tres. El primer tercio de novela es trepidante, el segundo más o menos mantiene el interés, aunque la lectura se resiente de forma considerable en el último tercio de la novela, justamente cuando entran en acción los personajes más conocidos del Universo Star Wars, tales como Kenobi, Anakin, Yoda o Mace Windu, entre otros. De hecho, una de las cosas que tengo que criticar de la novela es que les dé peso a los personajes conocidos, en lugar de emplearlos como simples anclajes para el Universo expandido. Otro aspecto que entorpece la fluidez del texto es que la historia comienza a volverse torticera y decrece el interés por el núcleo central de la historia, ya que creo que la novela ha sido alargada de forma innecesaria. De la misma forma, no estoy muy de acuerdo con la descripción inicial de los personajes. De hecho, Asajj Ventress tiene una personalidad ciertamente distinta a como la retratan en los cómics, no es de mi agrado la excesiva vulnerabilidad de la que la dotan. Del mismo modo, tampoco me gusta el tratamiento de Vos, puesto que lo tratan como un personaje demasiado inocente y fácilmente manipulable por ambos bandos, cosa que no se corresponde con los cómics. Por último, creo que el inicio de la relación amorosa entre ambos personajes parece algo forzada, aún así al final acaba enganchando y dejándote con ganas de más. Por último, he detectado ciertas incongruencias temporales respecto a los cómics, puesto que creo que la autora se ha fijado más en la reciente serie de animación que en los cómics.

                        Por todo ello, nos encontramos ante una novela agradable que dejará un buen sabor de boca tanto en el recién llegado al Universo Star Wars como al fan incondicional. Vamos, que la adquieran y disfruten de su lectura.

                        • star wars the clone wars

                          J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

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                          J. K. Rowling, Biografía (Sean Smith)

                          Una de las tantas (no autorizadas) biografías de la creadora de Harry Potter, que por milagro está traducida al castellano.

                          Evidentemente, todas las personas que obtienen relevancia social son de inmediato carne de especulaciones, informaciones contradictorias (y muchas veces inverosímiles) y permanente acoso de su intimidad, y la británica Joanne Rowling, más conocida como J. K. Rowling (Yate, Reino Unido, 1965), creadora de una de las series de literatura fantástica más exitosas de todos los tiempos, no podía ser menos. Por eso el periodista Sean Smith se puso a escribir sobre ella allá por el 2001, y por eso el libro resultante se publicó aquí ya en 2004 de la mano de Edicomunicación, S. A., justo después de que a su protagonista le concediesen el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2003, tal y como dice el aviso de la portada.
                           
                          Y lo que el periodista hizo fue, precisamente, bucear en la vida de una persona a la que tanto la pompa y la circunstancia como los focos de la fama siempre le han resultado del todo incómodos, y que nunca ha sido aficionada a otra cosa que no sea una vida discreta e íntima. ¿Y cómo iba a ser de otra manera para una mujer que pasó de la más absoluta de las normalidades a convertirse en la persona más rica de su país, por encima incluso de la mismísima reina? Y es que aunque el presente llega únicamente hasta la publicación del cuarto libro de la saga de Harry Potter y el estreno de la primera de las películas, ni siquiera semejante situación podía hacer pensar que ese momento no era más que un nuevo paso en el ascenso a nadie sabe dónde… porque hoy en día, con los siete libros publicados, las ocho películas estrenadas, una obra de teatro posterior y una nueva serie de films planteados de los que únicamente se ha estrenado el primero (“Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos”, cuyo inteligente guión va firmado precisamente por Rowling), se puede decir con justicia que lo contado hasta ese momento de su vida es solamente el principio de la historia, y casi una anécdota.
                           
                          Sin embargo, eso no quiere decir que el libro no sea interesante, porque a las especulaciones más o menos creíbles de su autor acerca de quién o qué pudo servir o dejar de servir de inspiración para según qué personajes o localizaciones, se contraponen los datos que ha sacado de documentaciones y entrevistas, que desvelan de una manera bastante humana las dificultades por las que la autora tuvo que pasar para convertirse en una escritora, y cómo su primer libro se convirtió en un clásico desde el primer momento, también gracias al buen hacer tanto de su agente literario como de sus editores… Aunque sin duda alguna, nada explica (ni tampoco lo pretende) la magia que hay detrás de un trabajo duro, de una ávida y atenta lectora que adora a Jane Austen y que conoce bien la literatura inglesa, que es sin duda una trabajadora infatigable y metódica, y cuyas circunstancias vitales (la temprana muerte de su madre o el frustrado matrimonio con su primer marido, que a fin de cuentas le dio una maravillosa hija, según sus propias palabras) ha sabido convertir en estímulo antes que en obstáculo. Cierto es que se echa de menos un texto más riguroso y más centrado en la obra (y por supuesto, más completo), pero hasta que la propia Rowling decida que eso es lo que le apetece hacer y no otra cosa, no nos va a quedar más remedio que conformarnos…
                           
                          -No hay: chismes inútiles, carnaza andrajosa, ni sensacionalismos.
                           
                          -Sí hay: cariño y respeto por quien, aún en contra de su voluntad, está siendo escrutada.
                           
                          -No falta: cierto rigor y bastante información.
                           
                          -Sí falta: más datos y más detalles literarios, que a fin de cuentas es lo que más interesa.
                          • J K Rowling
                          • Harry Potter
                          • Sean Smith

                            Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

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                            Ríos de Londres (Ben Aaronovitch)

                            Un relato más o menos contemporáneo de magia más o menos tradicional que, al menos en esta parte, da menos de lo que ofrece.

                            A primera vista, el currículum de Ben Aaronovitch (Londres, Reino Unido, 1964) se nos presenta como impecable, ya que además de librero y autor de varios volúmenes, es además guionista de series de televisión como la mítica “Doctor Who”. Y de su fértil imaginación y de su amor por esa ciudad en la que ha nacido y se ha criado, y que es un indiscutible territorio fértil para todo lo que tenga que ver con magia y misterios varios, nació en 2011 esta “Rivers of London” que Minotauro tuvo a bien publicar en estos lares al año siguiente (y que Oz Editorial ha recuperado el pasado 2017, tal vez con intención de publicar más volúmenes de la saga), con la vergonzosa frase de portada que reza nada menos que “lo que sucedería si Harry Potter ingresara en la policía metropolitana”.
                             
                            Aunque la premisa es sin duda atractiva, porque después de todo, ¿sabían ustedes que en Londres ha habido (y hay, aunque hoy en día no se vean) muchos más ríos que el célebre Támesis, cada uno de ellos con su propia historia y su particular recorrido? Pues lo que hace Aaronovitch es trazar además las personalidades de esos ríos y de los ¿dioses/as? que los encarnan, los cuales están inmersos en una especie de guerra territorial entre campo y mar (hay dos dioses del Támesis, y de ahí mucha parte del lío), y en la que tiene que intervenir el departamento especializado que la policía londinense tiene para estos menesteres, que como suele ser habitual, se reduce a un solo inspector… y a su aprendiz, que es el verdadero protagonista de esta historia, y que tiene que aprender a vérselas con un mundo que no comprende y que no es en absoluto como el de Harry Potter (como bien se encarga de decirle su maestro).
                             
                            Pero sin embargo, y a pesar de todos los atractivos que tiene y que a fin de cuentas consiguen que el libro sea más que legible y que se disfrute bastante (después de todo, el tema escogido no está nada mal), y de las referencias a historias tan concretas como Punch & Judy, o toda la narración detectivesca salpimentada con datos más o menos reales tanto de la policía y sus vivencias como de la misma sociedad de estos tiempos que corren (la raza de su protagonista y todo lo que ello conlleva), al final no podemos dejar de tener la sensación de que el autor no ha conseguido del todo su propósito. Porque todos esos temas que nos prometía solamente los ha tocado tangencialmente, y ese mundo paralelo que ha levantado no cuenta ni con sólidos cimientos (quizás haría falta otra novela que los explicase) ni con detalles que le den la necesaria riqueza como para lograr algo más que un rato de mero entretenimiento. Aunque la verdad sea dicha, el libro es solamente el primero de un total de siete publicados hasta el momento, así que si Oz Editorial decide continuar apostando por ellos, tal vez tengamos que matizar la opinión en un futuro que (ojalá) sea próximo…
                             
                            -El atractivo: su premisa, su redacción correcta, y el saber que hay bastantes más después de él.
                             
                            -El no-atractivo: que no da todo lo que promete, y uno se queda con la sensación de que podía haber sido muchísimo mejor.
                             
                            -El mayor atractivo: los ríos de Londres, desde la voluptuosa Beverly hasta la temperamental Ty.
                             
                            -El atractivo que le haría falta: tal vez una historia sobre Ettersburg, o sobre el inspector Nightingale. ¿Quién sabe?
                            • Ríos de Londres
                            • Ben Aaronovitch

                              Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

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                              Los Jardines de la Luna (Steven Erikson)

                              Primera parte de la saga "Malaz: El Libro de los Caídos", que tanto está dando que hablar últimamente, en más de un sentido.

                              Cuando una saga de fantasía épica compuesta por varios tomos comienza su andadura en una editorial mítica (fue el sello Timunmas quien publicó el primero allá por 2004 en dos volúmenes, “El Último Puente” y “Los Jardines de la Luna”), pasa luego a una editorial más discreta pero especializada en la materia (La Factoría de Ideas, que lo publicó de nuevo en 2009 en un solo volumen), y de repente pasa a ser fagocitada por una de las grandes que se atreve a publicar antes que ningún otro el siguiente tomo en orden de lectura (y que resulta ser nada menos que el octavo), sabes que algo está sucediendo. Y eso es precisamente lo que le ha sucedido a Steven Erikson (Toronto, Canadá, 1959) y a su saga de Malaz en nuestro país, después de que, tristemente, la editorial “La Factoría de Ideas” haya cerrado sus puertas a finales de 2015.
                               
                              Así las cosas, no dejó de ser una excelente noticia para los aficionados que un gigante como Ediciones B se decidiese poco después a publicar el tomo VIII (“Doblan por los Mastines”, en 2017), y que además se pusiese al trabajo de republicar todos los anteriores volúmenes empezando por el que nos ocupa y que es por supuesto el primero, “Los Jardines de la Luna”, allá por marzo de 2017. Y en este caso, incluso el mes de publicación es importante, ya que muy poco después la editorial fue comprada al Grupo Zeta por Penguin Random House, quien de todos modos parece pero que muy interesado en continuar con las andanzas malazanas: a día de hoy, han aparecido ya tanto el segundo como el tercer tomo en la misma cuidada edición de tapa dura con sobrecubierta y portadas del siempre impactante Alejandro Colucci, y dado que ese primer volumen ha alcanzado ya la segunda edición, parece que en este caso podremos disfrutar completamente de los diez tomos que la conforman, más allá de esos vaivenes editoriales que tantos quebraderos nos han dado más de una (y más de dos) veces a quienes gustamos de leer este tipo de obras…
                               
                              Por lo tanto, concentrémonos con libertad en la lectura, y disfrutemos atentamente de una obra que, como bien nos avisa su autor mismo en el prólogo que escribió para ella en 2007, es pero que muy ambiciosa. Porque estamos hablando de un mundo creado junto a su colega Ian Cameron Esslemont en los principios de la década de los 90’ y que primero fue escenario de juego de rol, luego guión cinematográfico, y finalmente novela que dio muchos tumbos hasta ser publicada allá por 1999, en una época en la que (aunque hoy día pueda parecer increíble), todo lo que oliese a género épico o fantástico estaba muerto y enterrado, y además olía a rancio y a podredumbre. Pero Erikson no se rindió ni siquiera en las condiciones más adversas, y la prueba de que tenía razón son sus incontestables ventas y la legión de fans que no para de crecer… y también de detractores, porque como él mismo reconoce, sus libros mueven al amor o al odio. Aunque la verdad es que no conviene exagerar ni ser tremendista, y sí vale la pena decir que tras la lectura del primer volumen, nos quedamos con ganas de más… y eso, en sí, ya es un gran mérito, sobre todo después de una lectura tan densa.
                               
                              -Un sí: densa pero bien llevada, atrapa e invita a más.
                               
                              -Un pero: tan densa que a veces es enrevesada hasta el infinito.
                               
                              -Un mérito: que esa misma densidad no importe a la hora de disfrutarla.
                               
                              -Un definitivo: quedan por delante nada menos que nueve tomos, y hay personajes a los que se coge cariño de inmediato, por muy siniestros que sean…
                              • Los Jardines de la Luna
                              • Malaz
                              • Steven Erikson

                                La Caída de Dundee

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                                La Caída de Dundee

                                La posibilidad de una aventura

                                Podría haber sido una noche cualquiera en Dundee pero será su última. Lagasca se encuentra en la ciudad-cúpula para entregar unas mercancías cuando, repentinamente, el suelo empieza a temblar a sus pies. Los reactores de la plataforma de sujeción de la urbe empiezan a apagarse misteriosamente abocándola a una caía inminente. Pero ese será uno de los muchos problemas a los que tendrá que enfrentarse el piloto, además del encuentro con su expareja Lepanto, controladora jefe del Aeropuerto; al aire contaminado que va invadiendo rápidamente la ciudad dejando un paisaje desolador de muerte y destrucción; a la desaparición de su copiloto Voyage, visto por última vez en el Complejo Ocioso, lugar del epicentro de los extraños seísmos, y a las intrigas de los hombres del Convenio representados por el profesor Antónimus, que arde en deseos de conseguir una enigmática llave y una información secreta que puede salvar o condenar a la humanidad. ¡Y todo eso en una sola noche!

                                 

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                                La sinopsis se alimenta de personajes errantes. Héroes inconscientes, la mayoría de las veces, de sus propósitos que vagan entre los pliegues narrativos de una historia. Lagasca o Lepanto bien podrían ser ese tipo de náufragos, aferrados a sus modos de vida y siguiendo unas normas (más la segunda que el primero), junto a Voyage y a otros muchos de índole secundaria, que pululan la diégesis sobreviviéndola. Pero hay algo que comparten todos: son característicos, pertenecen a una caracterización. En el caso de los dos pilotos, por poner un ejemplo, podríamos etiquetarlos de proletarios (en su acepción adjetiva): dirigen subviones de mercancías en el Mundo Cupular. Durante micraños ha sido así pero todo eso va a sufrir una mutación trascendental. La aventura hará acto de presencia y solamente cuando se active, perderán su anonimato y se convertirán en protagónicos. Y el proceso creativo que diseña esa transformación es curioso. En la gestación de una idea, los personajes son originariamente ignorados y a media que se va desarrollando, van adquiriendo rasgos, tipos, especialidades, que irán construyendo su existencia. Aparecerán después sus nombres, su aspecto físico, sus anhelos, miedos o virtudes. El andamiaje narrativo queda fijado y solamente faltará resucitarlos. La Aventura es el mecanismo que produce el milagro creativo. Y de esta guisa, el género literario caníbal por excelencia, metástasis narrativa frenética, invade nuestro sopor diario. Llamémosle búsqueda, empresa o hazaña, lo que es innegable es el protagonismo de la acción, tomando el control del desarrollo del personaje y del testigo, ya sea lector o espectador. Y aquí se filtra el hecho narratológico: el pacto disciplinado entre el actante y el narratario confeccionado por el escriba. La posición activa del primero desarticula la posición pasiva del segundo: aquel que hace siendo contemplado por el que observa. De alguna manera esa alianza tendría que abolirse en detrimento de una simbiosis entre ambos. Algo de esto sabía Bertolt Brecht (1898-1956) y su “Opera de tres centavos” (1928) o, siguiendo en territorio teutón, Michael Ende (1929-1995) que en su “Historia Interminable” (1979) el librero Koreander defiende la veracidad de lo que acontece en la novela, frente al incrédulo Bastian. Cualquier aproximación a la Aventura tendría que ser calibrada bajo estos parámetros. Y es que leer podría considerarse un acto arriesgado, uno en el que nos jugásemos la vida parafraseando al profesor y coach Álvaro González-Alorda, cuando dice que nos jugamos la vida en las conversaciones y también en las que no tenemos. Lo que se cuenta en un libro, o mejor dicho, aquello que recreamos leyéndolo puede perfectamente convertirse en una realidad y por tanto su amenaza(s), su peligro(s), arranca(n) lo azaroso y permite desperezar a la aventura indicándola un posible(s) trayecto(s). Y cito posible(s) porque al principio es una mera opción, es la teoría de la trama que se desliza a su práctica, el relato. Lagasca y Voyage bien podrían a haber seguido trabajando como pilotos mercantes de subviones, yendo de un lado a otro con el Fortaleza pero el azar quiso que en su último encargo aterrizasen en la posibilidad de una aventura, en la ciudad de Dundee. A partir de este momento lo irracional bien podría dirigir sus historias.

                                La Aventura suele alimentarse del adjetivo desvergonzadamente pero eso es lo baladí. La lógica del relato no tiene por qué ser la de su forma, es decir, lo capital del asunto no es el qué te cuentan sino el cómo te lo cuentan. Y ahí sí que es importante una cierta razón constructiva. La concatenación de hechos, enumerada sucintamente en la sinopsis de más arriba, nos permite vislumbrar el mapa de hechos a los que tendrá que hacer frente el héroe(s) y también nos muestra, sutilmente, sus objetivos y los de la trama. A veces será una carrera contrarreloj y otras veces una huida. Una confrontación entre un acto valeroso frente a uno cobarde o ser testigos de momentos insuflados por una alta tensión frente a otros, drenados de todo peligro. Siempre andando en una cuerda floja dramática, sin dejar de empujar al lector en pos de una aventura o al menos de su posibilidad. Siempre es bueno cerrar un libro y pensar que todo lo leído pertenece al reino de la ficción, que todo aquello que hemos podido imaginar, se haya quedado en ese estado mental, pero que al despertar a la mañana siguiente, algo, un detalle, una conversación te haga replantear tu propia existencia logrando poder observar la realidad con otros ojos. Y esto nos llevaría a una gran conclusión: aquello que te hace pensar, te transforma. No digo que La caída de Dundee lo haya lograda pero espero que por lo menos se mantenga en ese camino denunciándolo, o por lo menos, rasgando el telón de la escenificación. Así que… ¡Bon Voyage!

                                ¡Siéntense en el Fortaleza y agárrense fuerte de la mano de uno de los pilotos de subviones más irresponsables del Mundo Cupular, adentrándose en un universo de trúhanes, traidores y aventureros!

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                                • La caída de Dundee

                                  Los Desposeídos

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                                  Los Desposeídos

                                  Inmortal Le Guin.

                                  La editorial Minotauro reedita Los Desposeídos (1974) de la genial Ursula K. Le Guin, edición limitada con unas calidades casi artesanales en su formato y numerada a 1.250 unidades exclusivamente. Es Le Guin no sólo mi escritora favorita si no también la culpable de transportarme a mundos que mi imaginación agradece a niveles comparables únicamente a los conseguidos por Tolkien o Asimov.

                                  Desde que el escritor, físico y traductor al castellano del autor Neal Stephenson, Pedro Jorge Romero me aconsejara vívamente su lectura, mucho tiempo he esperado para poder leer la que para muchos es su gran obra maestra. Creo sinceramente que tiene más de una y de dos y de tres y...

                                  Aunque no me ha conmovido hasta lo más profundo de mi ser como la lectura de La Mano Izquierda de la Oscuridad (1969), esta novela es de lo mejor que he disfrutado en mi vida. Todo lo que plantea en su libro, es la propia crónica de nuestro devenir errante como especie, de nuestros fracasos como Sociedad, pero también de la mínima esperanza que aún tenemos de progresar para legar un futuro mejor a las próximas generaciones.

                                  La escritora californiana (Berkeley, 1929) fue una convencida feminista y taoísta, que completó una longeva vida en plenitud y armonía con el entorno con el que convivió -su adorado Portland, con sus bosques húmedos y sus montañas brumosas, que refleja con maestría en La Rueda Celeste (1971)-. Precursora, como en su momento lo fuera también Mary Shelley, de una Literatura anclada en la óptica masculina, siempre defendió la calidad del género Fantástico y de la Ciencia Ficción, tan denostados por muchos de sus colegas como artes menores. Concepción errónea a todas luces dada la alta calidad de sus escritos, ambientados en su mayoría en mundos futuros, sí; pero abordando temáticas filosóficas, políticas y éticas sobre la condición humana, desde una amplia y generosa visión humanista que firmaría el propio Bertrand Russell.

                                  De hecho, nunca ocultó su particular querencia hacia el Nobel de Literatura, pero no para su vanagloria, si no para dignificar los géneros que abordaron insignes plumas como los ya mencionados o los Pohl, Herbert, K. Dick, Heinlein o Clarke; por citar sólo algunos de los más aclamados. Y veía, con cierta sorna, el aplauso inmerecido que otros autores recibían por obras "inspiradas" en sus trabajos. No le dolían falsas imposturas a la hora de criticar a J. K. Rowling, por su mago Potter, trasunto del protagonista de la Saga de Terramar, así como los territorios y especialmente los dragones recreados por George R. R. Martin en su inacabada serie de Canción de Hielo y Fuego, anémicos "homenajes" que semejan gallinas desplumadas frente a la magnitud y realeza de los disfrutados por Le Guin. Y también, ¡cómo no!, el fusilamiento sin compasión que el megalómano James Cameron presenta en su Avatar (2009), vácua pretenciosidad carente de la más mínima originalidad como descubrimos al leer las aventuras de Rocannon. Como confesó en una entrevista de 2012 al periodista Jacinto Antón: "al menos podían haberme dado las gracias".

                                  Los Desposeídos, premio Nebula de 1974 y ganador del Hugo y el Locus de 1975 como mejor novela, es una ambígua utopía perteneciente al Ciclo del Ekumen, término que proviene del griego Ecúmene y que significa "mundo habitado". El Ekumen, por tanto en su ideario personal, es una Federación Galáctica de mundos habitados por razas humanas, algunas de ellas evolucionadas a especies superiores como los hainitas que tutelan altruísticamente la supervivencia de las diferentes especies de humanoides que malviven en las casi siempre duras condiciones de los hábitat que les toca por vivir.

                                  Iniciada en 1966 con la novela El Mundo de Rocannon, 2.500 años después de la primera expansión de la Humanidad, le seguirían Planeta de Exilio publicada el mismo año, La Ciudad de las Ilusiones (1967), La Mano Izquierda de la Oscuridad (1969), El Nombre del Mundo es Bosque (1972), para finalizar con el libro a tratar hoy, un excepcional estudio sobre dos sociedades antagónicas. La del planeta Urras, liderada por la salvajemente capitalista A-Io y la de su inhóspita y árida luna Anarres, con sus integrantes centralizados por una Administración Única Anarquista, excesivamente burocratizada y aislada casi totalmente de cualquier contacto con el Ekumen, pero que logra la práctica total implicación de sus habitantes en las tareas que sean necesarias realizar, aunque para ello tengan que sacrificar conciliaciones familiares y personales.

                                  En dicha luna, destaca un joven físico teórico multidisciplinar llamado simplemente Shevek (los nombres son elegidos por una computadora central y no tienen apellidos). Shevek habla el Právico, idioma creado por los anarquistas en donde se eliminan muchas formas del posesivo. Un ejemplo de ello es que los anarrianos no poseen nada propio. "El pañuelo que uso, lo comparto contigo" en vez de "mi pañuelo, te lo presto". Y creen firmemente en tales postulados. Pero Shevek, para desarollar su Teoría que supera las limitaciones de la Física Relativista necesita medios y técnicas que sólo Urras puede ofrecer y aquí empezarán los conflictos ético-morales, filosóficos y políticos.

                                  Le Guin, plantea con maestría y con didáctica agilidad, temas vitales rebatidos desde el inicio del librepensamiento de la Humanidad. No es sólo una novela. Es una "magnum opus" sobre la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad y las luchas de clases que hay que afrontar, las revoluciones que se deben librar y la esperanza como empuje y soporte del camino hacia el final deseado para una evolución imprescindible si queremos preservar la especie humana.

                                  El 22 de enero del presente año, esta poetisa, traductora, filántropa, Gran Maestra de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de los EE.UU., madre amada y mujer reverenciada realizó su último viaje hacia la inmortalidad como unidad absoluta, ejemplo de superación personal y de progreso con la colectividad.

                                  ZOMBI

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                                  ZOMBI

                                  Una de las mejores novelas splatterpunk en lengua hispana vuelve a ser editada.

                                  Zombi es una novela que está llamada a convertirse en un clásico. Su historia, tremendamente cruel y oscura, está construida con trozos de vidas destrozadas, cosidos con muy mala uva y sin sentido alguno de la esperanza o la redención. Todo en Zombi está maldito, desde las terribles circunstancias de los personajes protagonistas, un grupo de enfermos terminales que dedican sus últimos días a luchar como gladiadores en un sucio negocio clandestino, a la no-visión que tienen estos de su futuro, inexistente o algo mucho peor.

                                  La edición cuenta con una nueva revisión de la obra, un prólogo del cineasta y novelista Juanra Fernández, y un relato, La chica del parche rojo, como sangriento colofón.

                                   

                                  Su sinopsis reza así:

                                  SI SUPIERAS QUE HAS MUERTO… ¿QUÉ MOTIVO TENDRÍAS PARA VIVIR? Están ahí. Son un rumor en nuestro mundo, polvo bajo la alfombra. Algunos han dado pie a leyendas urbanas, historias sobre combates a muerte transmitidos en directo por la Deep Web, o vendidos más tarde en vídeo a compradores con extrañas apetencias. Se dice que son enfermos desahuciados, muertos en vida a los que se les paga una pequeña fortuna a cambio de sangrar y sacarse la piel a tiras. Juan Díaz Olmedo construye su novela alrededor de este escalofriante submundo encriptado en el ADN de nuestra sociedad, poblado por seres que viven sus últimos días en una vorágine de violencia y dinero.

                                   

                                  Puede adquirirse aquí: https://www.edicionesvernacci.com/producto/zombi/

                                   

                                  Y aquí algunas de las geniales críticas que ha recibido:

                                  «Zombi es una historia dura, violenta y sin concesiones. Los excesos y la apología de la autodestrucción como medio para poder seguir adelante puede ser un planteamiento difícil de digerir para los estómagos sensibles, pero la honestidad que palpita en sus páginas es innegable y su mejor baza»

                                  Athnecdotario Incoherente (Web de crítica literaria)

                                   

                                  «Con más dotes de observación que imaginación, Olmedo nos cuenta lo que pasa en la calle cuando dormimos. ¿Estáis preparados para saberlo?»

                                  David G. Panadero (Novelista y director de la revista Protesis “

                                   

                                  Jezabel, que es la protagonista principal de la novela, se verá inmersa junto al resto de sus compañeros en una espiral sin control de la que ninguno podrá escapar. Vida, muerte, sexo, violencia, y una pizca de crueldad necesaria y justificada”

                                  David Yuste (Escritor)

                                   

                                  Sobre el autor:

                                  Juan Díaz Olmedo nació en Cádiz, en 1976, aunque por motivos profesionales reside en Sevilla. Miembro fundador de Nocte (Asociación Española de Escritores de Terror), se reconoce fuertemente influenciado por autores como Iain Banks, Clive Barker o Poppy Z. Brite. Su primera novela, “Marionetas de sangre”, fue publicada en 2004 y es considerada hoy en día una pequeña obra de culto. En el año 2006 fue nominado a los premios nacionales Xatafi e Ignotus en la categoría de mejor relato por “Dragón podrido”, publicado en Paura Vol.2. Dos años más tarde colaboró con dos microrrelatos en el libro “King Kong Solidario”, publicado por el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Su segunda novela, “Zombi”, llegó en el año 2016, y pese al escaso impacto de la edición supuso una apasionante incursión en el género bizarre-noir. Por último, ha publicado “Ghoul”.

                                  • Zombi
                                  • Ediciones Vernacci
                                  • Juan Díaz Olmedo

                                    Abarat (Clive Barker)

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                                    Abarat (Clive Barker)

                                    ¿Una incursión en la fantasía del maestro del terror sobrenatural? Pues sí, y es justamente tan increíble (en todos los sentidos) como aparenta.

                                    Increíble, pero cierto. Ciertamente, es muy probable que a los degustadores de literatura fantástica o de demás casillas artificiales de géneros aledaños les suene el nombre de Clive Barker (Liverpool, Inglaterra, 1952), pero seguramente lo que les evoque será un mundo de pesadillas surreales y terroríficas tanto en su vertiente literaria (con sus recopilaciones de relatos tituladas tan expeditivamente como “Libros de Sangre”) como cinematográfica (con películas ya míticas como “Hellraiser” o “Razas de Noche”, que también se retroalimentan de sus escritos, basándose en ellos o generando otros nuevos). Alabado por voces tan autorizadas como la de Stephen King, Barker se ha ganado a pulso un lugar entre los creadores de malos sueños, y lo ha hecho con originalidad digna de agradecer, en un género (el terror) que muchas veces es justamente acusado de insulso o repetitivo…

                                    De ahí que sea sorprendente (de hecho, muy sorprendente) que este prolífico hombre decidiese un día probar suerte en la construcción de mundos fantásticos poblados de magia y seres sobrenaturales (aunque a fin de cuentas, esos son parámetros en los que su obra nunca ha dejado de moverse), y allá por 2002 publicase este “Abarat” (que aquí nos llegó un poquito más tarde, aunque es de agradecer que Oz Editorial haya hecho el esfuerzo y lo haya traído hasta aquí doce años después, es decir, en 2014), primera parte de una serie de libros ambientada en un mundo que consiste en veinticinco islas situadas en un océano… en cada una de las cuales solamente existe una hora distinta (y sí, hay una “hora 25”). Es decir, veinticinco mundos distintos y únicos en su idiosincrasia, aunque conectados por ciertos ámbitos y eventos que los cohesionan tanto en su propio pasado con su propio futuro. Y una de las cosas que los cohesionan es precisamente una joven, Candy Quackenbush, que accederá hasta ese lugar cuando invoque al océano nada menos que desde Minnesota, Estados Unidos, con la ayuda de una criatura de aspecto humano pero con cuernos de siete puntas en cada una de las cuales hay una cabeza que habla y piensa por sí misma…

                                    Y es que, claro está, estamos hablando de Clive Barker, y por eso no podemos esperarnos una novela al uso ni un texto que podamos encasillar a voluntad, ya que después de un comienzo más o menos habitual (chica descontenta con su vida llega a mundo mágico), prácticamente cada capítulo nos obliga a detenernos y a visualizar con más o menos detenimiento aquello que su autor nos sugiere, y que además de no tener pies ni cabeza muchas (muchísimas) veces, suele dar un pavoroso pero refrescante miedo nada habitual en estos lares… Y ahí está la gracia, por supuesto: en la originalidad que desprende un relato que a veces podría parecer infantil, y que sin embargo esconde muchos (muchísimos) secretos agradables y que hacen que uno se quede con ganas de más. De mucho más, sin duda alguna.

                                     

                                    -Un personaje bueno: la propia Candy, que cae bien desde el principio a propios y extraños, y que seguro que es más (mucho más) de lo que parece a primera vista.

                                    -Un personaje malo: el siniestro Cristopher Carroña, con un casco de pesadillas que flotan a su alrededor, y que parece sacado de una película de Mad Max.

                                    -Un personaje distinto: John Fechorías (y sus siete hermanos, por supuesto).

                                    -Un personaje definitivo: el propio mundo de Abarat, y su mar con nombre propio, Izabella. Cualquier cosa que suceda en un lugar así es más que interesante…

                                    • Abarat
                                    • clive barker
                                    • clive barker
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